Reír sin motivo y con una respiración controlada.

Varias empresas y escuelas han puesto en práctica esta nueva variante del yoga.

Una forma diferente de aprovechar los beneficios de la risa.

La práctica del yoga de la risa viene de la mano de un médico de la India. Hace 15 años, el doctor Madan Kataria se encontraba escribiendo un artículo acerca de los beneficios de la risa para una revista de salud. Pronto se dio cuenta de la paradoja en la que se veía envuelto: escribía sobre algo que sus paisanos apenas ponían en práctica. Contaba lo importante que era la risa y, sin embargo, la gente de las calles de Bombay apenas sonreía y mucho menos se reía.

De esta manera, tuvo la idea de crear un club de la risa. Consiguió organizar un grupo que estaba interesado en los beneficios de los que hablaba y se reunieron en un parque público de la ciudad. Rieron a carcajadas a raíz de los chistes y bromas que se contaban entre ellos.

Yoga-de-la-Risa

Un tiempo más tarde, Kataria notó que los chistes no eran suficientes. Era una forma de reírse un poco forzada, en donde la risa estaba condicionada a un chiste. Fue así como dio un paso más y creó el yoga de la risa, una forma de reír que en lugar de venir de un forma racional era más primitiva, desligada de la razón. 

En esta disciplina se centran únicamente en un área del yoga que es el pranayama (la respiración), y es en este punto en el que difiere de la práctica común de risoterapia. Habitualmente, las clases comienzan con ejercicios grupales que provocan risa, y gracias al contacto visual se contagia rápidamente de unos a otros al mismo tiempo que se pone en práctica el control de la respiración.

El yoga de la risa es un ejercicio cardiovascular. Normalmente, cuando empiezas a reír  se te empieza a acelerar el corazón y con el pranayama lo que se pretende es bajar el ritmo cardiaco. Se utiliza esa parte del yoga en la que se hacen ejercicios de respiración para calmar el ritmo cardíaco.

Se trata de una práctica que ayuda a la gente a relacionarse mejor, a rendir más y a liberar tensión. Por estos motivos, son ya unas cuantas las empresas y escuelas que la han puesto en práctica y se han nutrido de sus beneficios.