El Acuerdo de París: universal y vinculante contra el cambio climático.

La cumbre del clima de París (COP21) ha concluido con éxito. Las 196 partes reunidas han acordado, por primera vez, un texto universal y vinculante para actuar contra el calentamiento global.

Después del fracaso de la cumbre del clima de Copenhague (Dinamarca), el Acuerdo de París presenta un nuevo futuro, en el que son protagonistas todos los países del mundo y en el que la ciencia guía las decisiones políticas.

Séance pleinière de la COP21 pour l’adoption de l’accord de Paris (Salle Seine - Le Bourget)

«El verdadero éxito del acuerdo es que es universal», indica a la agencia Sinc Jean Jouzel, climatólogo francés y vicepresidente del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

«Se reconoce la necesidad de avanzar. No solo de llegar a los 2 ºC, sino también la voluntad de quedarnos por debajo del 1,5 ºC», ha comentado Isabel García Tejerina, ministra española de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

El texto aprobado por unanimidad reconoce la necesidad de presentar en 2018 un informe especial del IPCC sobre los efectos que produciría un calentamiento global de 1,5 ºC y las estrategias que deberían seguir las emisiones mundiales de CO2.

Para ello, un elemento clave del acuerdo es la introducción de las contribuciones determinadas e intencionadas a nivel nacional de las emisiones de CO2 (INDC, por sus siglas en ingles) que 187 países han presentado en los últimos meses.

Para cumplir con el objetivo, el documento establece como fecha límite el año 2020 para que las INDCs sean revisadas y actualizadas. Sin embargo, «se llegará a un aumento de 1,5 ºC en un plazo de 5 a 10 años si se siguen emitiendo gases de efecto invernadero al ritmo actual», advierte a la agencia Sinc Jouzel, a quien le parece razonable la fecha 2020 ya que es lo que los países realmente pueden cumplir.

El acuerdo se revisará cada cinco años. «Y cada ciclo será más ambicioso que el anterior», afirma Steffen Kallbekken, director de investigación de CICERO y del Centro Internacional del Clima y de la Política Energética.

«Las contribuciones de reducción de emisiones de CO2 son significativas aunque no suficientes», subraya Jouzel. «Habría que duplicarlas pero es un buen punto de partida hacia otro tipo de desarrollo. Es ahora que se debe actuar», afirma el experto.

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Para los científicos, aunque el texto sigue siendo imperfecto, aborda temas realmente importantes: adaptación, reducción de emisiones, pérdidas y daños, financiación, etc.

La financiación ha sido otro de los aspectos que más han retrasado las negociaciones. Las capacidades económicas y la voluntad de reducir las emisiones de cada país han sido a veces contradictorias, sobre todo en cuanto a los países emergentes como China e India, grandes emisores de CO2.

Los progresos y el desarrollo tecnológico obtenido en los últimos seis años, desde el fracaso de Copenhague, han impulsado, en parte, el consenso del Acuerdo de París. Ahora es diferente. «No sólo se habla de renovables sino que se ponen en marcha proyectos, se ven coches eléctricos, es algo que se materializa», observa Jouzel.

El progreso tecnológico genera confianza política y empresarial, y a él se une el fondo económico de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 que los países se han comprometido a aportar para luchar contra los efectos del cambio climático.

Sin embargo, para muchos sectores esta aportación sigue siendo insuficiente. Los ecologistas señalan sobre todo a los países y pueblos más vulnerables al aumento de las temperaturas. «Las naciones que causaron este problema han prometido muy poca ayuda a las personas que ya están perdiendo sus vidas y medios de subsistencia», declara Kumi Naidoo, portavoz de Greenpeace en la COP21.

El trabajo de Naciones Unidas y de las 196 partes que han participado en la cumbre del clima de París no termina con este acuerdo, sino que este tratado no es más que el principio de un proceso que el 22 de abril de 2016 quedará firmado y que entrará en vigor en 2020.

Sin duda alguna, todos podemos y debemos aportar nuestra pequeña contribución a este gran desafío mundial. ¡ Por el bien de nuestro plantea, por el bien de todos!

Hemos conocido esta interesante noticia a través de la agencia Sinc. No dudes en visitar su página web para ampliar información.