Investigadores diseñan un mapa de 180 áreas de la corteza cerebral, de las cuales 97 eran desconocidas hasta ahora.

Los hallazgos podrían ser utilizados en la mejora de la cirugía del cerebro y en la investigación de la evolución cognitiva humana.

Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Washington (San Luis, EE.UU.) y de otras instituciones internacionales ha sido el responsable de este nuevo descubrimiento. Los investigadores han desarrollado un mapa preciso y de alta resolución de la arquitectura microestructural, la conectividad y la función del cerebro humano. Un objetivo que hasta la fecha se veía envuelto de dificultades técnicas.

La información ha sido recabada a través del diseño de un nuevo software, que ha permitido acceder a múltiples tipos de imágenes de resonancia magnética. En su elaboración, el equipo ha contado con la financiación de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH), a través de su  Proyecto Human Connectome (HCP).

El funcionamiento del software está basado en la detección automática de la ‘huella digital’ de cada una de las áreas del cerebro, a través de escáneres cerebrales del individuo. Para ello, se ha dividido cada hemisferio del cerebro en 180 áreas corticales específicas –97 de ellas de nueva descripción–. Además, los investigadores han utilizado una técnica de aprendizaje automático para validar su mapa en un grupo independiente de otros 210 participantes adicionales. El estudio ha identificado con precisión estas regiones en los nuevos voluntarios, pese a la variabilidad individual.

El trabajo ha permitido medir la arquitectura cortical, la actividad, la conectividad y la topografía del córtex de 210 adultos participantes en la investigación. También ha conseguido perfeccionar la mayoría de mapas existentes, que hasta el momento presentaban limitaciones y ofrecían resultados borrosos y dificilmente reproducibles en otros individuos.

Como futuras aplicaciones, sus autores apuntan que «estos nuevos conocimientos y herramientas podrán ayudar a explicar cómo evolucionó nuestra corteza cerebral y las funciones de sus áreas especializadas en salud y en enfermedades. También podrían ser aplicados para lograr una precisión sin precedentes en la cirugía del cerebro y en otras intervenciones clínicas».

Uno de sus autores principales, Mathew Glasser, profesor de investigación de neurobiología de la Universidad de Washington, dice que este mapa también podrá servir para indagar sobre la evolución cognitiva de los seres humanos en comparación con otros primates.

Fuente: agenciasinc