Increíble pero cierto… un gato blanco hace un truco de magia y se convierte en negro.

El protagonista de este espectacular truco de magia, que aún no podemos explicar, es «Leo«, un travieso gato de tan solo 11 semanas de edad, quien estaba sobre la cama de su dueña, Charlotte Riley de 22 años, y decidió saltar a la cortina de la ventana.

Leo consigue aguantar con sus uñas sobre la cortina unos instantes, hasta que finalmente el peso cede y la suelta de su raíl, cayendo hacia el suelo y dejando ver, en su lugar a Raven, un felino de color negro y un año mayor que él que estaba tan tranquilo sobre el poyete de la ventana.

El divertido momento fue capturado por Charlotte en su piso de Burnley, Lancashire (Inglaterra) y subido a Youtube.