El director, guionista, actor, músico, dramaturgo, humorista y escritor estadounidense Allan Stewart Königsberg, más conocido como Woody Allen, dijo una vez:
El noventa por ciento del éxito se basa símplemente en insistir.
— Woody Allen.
¿Cuántos proyectos, ideas, inventos, obras de arte o sinfonías no han visto finalmente la luz porque su creador decidió «tirar la toalla»? Si Thomas Edison se hubiera tenido la paciencia y la confianza que tuvo después de cientos de intentos fallidos, no hubiera inventado la bombilla incandescente, algo que finalmente logró en el año 1880 después de mil intentos.
A ese respecto, cuando el inventor presentó su descubrimiento, afirmó que «No fueron mil intentos fallidos, fue un invento de mil pasos».
La constancia, paciencia y perseverancia finalmente tienen sus frutos, así que si tienes una idea, ¡ve a por ello e insiste!
Woody Allen es muy grande pero esa frase me parece discutible, sólo cierta en parte. Obviamente, se puede insistir y fracasar, aunque supongo que eso, entre otras cosas, como por ejemplo no insistir…ya entraría dentro del 10% restante. Si se está en un error es mejor no insistir, no hay que obstinarse en el error. Esto sólo trae malas consecuencias. Puedes fracasar con ese error. Y si tienes exito con ese error es peor todavía porque le estarías haciendo un gran mal al conjunto de la sociedad, o por lo menos a la gran mayoría o el mal en sí mismo. Hitler, que estaba en un gran error, insistió y, desgraciadamente, tuvo éxito. Siguió insistiendo, obstinado en su error, y, afortunadamente, fracasó. Pudo haber triunfado también, claro, salvo que ya en el Destino estuviese escrito que no habría de ser así. Es todo muy complicado. Y, en última instancia, creo que hay que seguir bastante el planteamiento del poema If de Kipling y tratar tanto al éxito como al fracaso como dos impostores. Un saludo y perdón por la digresión.