En las calles de Bankok (Tailanda) estaba paseando un señor cerca de un mercado callejero, cuando una hambrienta y famélica perra se cruzó por su camino.

El hombre, al ver sus ojitos y ser ya la segunda vez que el animal se acercaba a pedirle comida, decidió compartir con ella uno de sus pinchitos de pollo a la parrilla, pero quedó sorprendido cuando, en lugar de devorarlo —como hubiera esperado que hiciera— la perra lo sujetó con la boca y salió corriendo.

Interesado por descubrir el motivo de tal comportamiento, salió tras ella grabando la escena en vídeo: «decidí seguirla hasta donde iba y descubrí que la llevaba [la comida] a su camada de cachorros», relata el autor del vídeo.

Así, descubrió que bajo un cobertizo en el que estaba aparcada una moto, la mamá perra tenía cobijados a sus cachorros, a los que les llevaba el suculento aperitivo.

Todo un gesto de amor de madre con sus peques que de nuevo nos brindan nuestros amigos de cuatro patas.