Pedro de 67 años, el primer español en utilizar un corazón artificial definitivo

Un milagro hecho realidad

Pedro, el primer paciente español con un corazón artificialEl equipo de Hospital 12 de Octubre ha hecho realidad el milagro que va a permitir a Pedro Antonio Pérez García, de 67 años, que ha recibido el alta el pasado lunes, poder seguir su vida impulsado por un corazón artificial.

Pedro, que padecía una miocardiopatía dilatada -el músculo del corazón no era capaz de contraerse eficazmente-, debida a un infarto previo, no era candidato a trasplante cardiaco por presentar de forma simultánea insuficiencia renal no reversible y enfermedad pulmonar obstructiva crónica -EPOC- moderada, y su situación funcional antes de la intervención era límite.

Según Enrique Pérez de la Sota, cirujano cardiovascular del Hospital 12 de octubre, «el deterioro era funcional e irreversible. Su situación era tan mala que hubiera muerto en unas semanas si no le hubiéramos intervenido, pero apenas un día después de la cirugía, su estado empezó a mejorar».

Tras la operación permaneció cuatro días ingresado y fue trasladado a la planta de hospitalización de Cardiología, donde inició la movilización, rehabilitación y aprendizaje del funcionamiento del dispositivo siendo dado de alta a los 30 días del implante.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=v-dxEw_UrBw[/youtube]

http://www.youtube.com/watch?v=v-dxEw_UrBw

Afortunadamente, Pedro se ha convertido en el primer beneficiado de este tipo de intervención en España que ya ha sido probada con éxito en más de 6.500 pacientes de Estados Unidos y Europa. Este sistema obtiene unos resultados clínicos superiores respecto a otros aparatos, ya que se reduce el riesgo de infecciones, trombosis y hemólisis -rotura de los glóbulos rojos o hematíes-.

El corazón artificial consiste en una bomba de flujo axial hecha de titanio y accionada de forma electromagnética y compuesta por un motor-bomba, cánulas de entrada y salida, y una unidad de control. La bomba impulsa la sangre desde el ápex del ventrículo izquierdo -la punta del corazón- hasta la aorta. La turbina que contiene rota a una velocidad de entre 6.000 y 15.000 revoluciones por minuto y puede proporcionar de 8 a 10 litros de flujo continuo por minuto.

Todo el dispositivo se encuentra dentro del paciente y tan sólo un cable cruza la piel para conectarlo con la unidad de control, que funciona mediante energía de la red eléctrica o con dos baterías que le permiten una autonomía aproximada de unas 12 horas. Una vez implantado no precisa calibraciones ni ajustes técnicos posteriores.

Sin duda un milagro de la ciencia que va a permitir que este madrileño de 67 años pueda continuar sonriendo =)

Noticia encontrada en 20minutos.