A veces cuando más sumido estás en tus preocupaciones y en la rutina del día a día surge algo, un instante, una imagen, una persona se cruza por tu camino y te conmueve…

Hoy me ha pasado cuando volvía del trabajo inmerso en mis pensamientos mientras conducía. Al salir de la Ronda de circunvalación de Granada y pasar por el barrio que hay vecino al de mi casa, me topé con esta encantadora imagen:

Niña lleva a su hermanito en silla de ruedas y a su perrito

Niña lleva a su hermanito en silla de ruedas y a su perrito

Una pequeña niña llevando a otro niño de edad similar en silla de ruedas y a un perrillo, los tres caminando tan alegres, charlando ella y él y despertando amor por donde pasaban. No pide evitar parar el coche y después de que pasaron hice estas fotos, no de frente por preservar su intimidad.

Lo que más me llamó la atención es la fuerza con la que la niña empujaba al niño con minusvalía cuesta arriba, en la calle en la que me crucé con ellos, irradiando simpatía, alegría, amor… La correa del perro se le caía, tenía que parar para poder llevar a los dos, lo que la obligaba a parar cada dos por tres, hacía frío, pero nada de eso parecía preocuparle, sencillamente llevaba al niño y al perrillo, tenía fuerza y energía para hacer las dos cosas.

Se la veía tan feliz y contenta por pasear con quien quizás fuera su hermanito y el perrillo, que cuando alguien se cruzaba por su camino no podía más que pararse y sonreir, una señora se paró y acarició el perrillo, la estampa era conmovedora, símplemente observándolos uno se sentía feliz.

Como dice la cita anónima, «Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra.», estos dos niños sonreían, me vieron y sonrieron y su sonrisa, a mi hoy me ha alegrado el día, ¡gracias! =)