Es cinco veces más precisa que el ojo humano.

Cámara de 50 gigapíxelesInvestigadores de la Duke’s Pratt School of Engineering con ceintíficos de la Universidad de Arizozna, la Universida de Californa – San Diego y de la Distant Focus Corporation han creado una cámara de 50 gigapíxeles (50.000 megapíxeles)

Esta cámara es cinco veces más precisa que un ojo humano y es capaz de conseguir imágenes con un detalle sin precedentes. Para ello utiliza un software que recibe la entrada de 98 microcámaras desarrolladas por un equipo de la Universidad de Arizona.

La nueva cámara puede capturar hasta 50 gigapíxeles de datos. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las cámaras de los consumidores oscilan, en el mejor de los casos, entre 8 y 40 megapíxeles, lo que da idea del salto logrado en este prototipo.

No es el primer dispositivo que toma fotografías que se pueden medir en gigapíxeles. Cada día se difunden proyectos de este tipo tanto en el área civil como en el militar. En el primer caso, destacan iniciativas como 360world, dentro del cual se consiguió una imagen de 70 GB con dos cámaras. En el lado militar, hace unos meses supimos que los aviones estadounidenses sin piloto que sobrevuelan Afganistán pueden tomar imágenes con una resolución de 1,8 gigapíxeles.

En el futuro, mucho más pequeñas

Los creadores del invento pronostican que, al ritmo que los componentes electrónicos de las cámaras se están volviendo más pequeños y eficientes, en cinco años, la próxima generación de cámaras gigapíxeles podrían estar al alcance del público.

«La cámara es así de grande -como se aprecia en la foto que ilustra esta noticia- debido a los tableros de control electrónico y a la necesidad de añadir componentes para evitar que se sobrecaliente», aseguró David Brady, uno de los coautores del experimento.

Tradicionalmente, la mejora de las cámaras se conseguía añadiendo elementos de cristal, haciéndolas más complejas. Sin embargo, en un determinado momento -según los investigadores- la complejidad satura el mecanismo y eleva demasiado los costes. En este nuevo ingenio hay un software que combina el trabajo de las microcámaras, y una lente-objetivo común que recoge la luz y dirige esas 98 cámaras diminutas. «Cada una de ellas trabaja en una zona concreta de la imagen. Y algunas se superponen, de forma que no nos perdemos nada», según Michael Gehm, profesor de la Universidad de Arizona.

Noticia publicada en Nature.