Una actuación decisiva

En la madrugada del viernes 16 dos agentes de la Policía Nacional salvaron la vida a un recién nacido en un domicilio del madrileño barrio de Carabanchel. Para ello, tuvieron que derribar la puerta de la habitación en la que se encontraba el bebé, limpiarle las vías respiratorias y colocarlo en posición de seguridad.

Según el comunicado ofrecido por la Policía Nacional, sobre las 04.00 de la mañana, los agentes que patrullaban la zona recibieron una llamada de emergencia. Tras desplazarse al lugar de los hechos, la madre se negaba a abrir la puerta argumentando que no necesitaba ayuda, que se marcharan de allí.

En ese momento, tal como requería la urgencia de la situación, los agentes derribaron la puerta y accedieron a la habitación donde acaba de dar a luz. Encontraron al recién nacido envuelto en sangre, amoratado y sin respirar. Tras solicitar inmediatamente la presencia de servicios médicos, procedieron a limpiarle la cara, su boca y las vías respiratorias, al mismo tiempo que lo colocaban en posición de seguridad. De este modo, afortunadamente, el bebé reaccionó rompiendo a llorar.

Envolvieron al bebé en una manta y le procuraron los cuidados necesarios hasta la llegada de la asistencia sanitaria. Tanto la madre como el recién nacido fueron trasladados a un centro hospitalario.