Empresas y ayuntamientos de España comienzan a aplicar un movimiento económico que pretende reactivar la relación entre ciudadanos, compañías y administraciones.

Christian Felber hablando sobre la Econombía del Bien Común

Christian Felber hablando sobre la Econombía del Bien Común

En el año 2010, el economista austriaco Christian Felber diseñó un modelo de economía sostenible que pretende ser una alternativa a los mercados financieros. Desde entonces, más de 900 empresas de diversos países han optado por aplicar los criterios de la Economía del Bien Común (EBC), un movimiento que comienza a extenderse también por nuestro país.

Este modelo económico se denomina Economía del Bien Común (EBC) cuyo objetivo fundamental es implantar y desarrollar una verdadera economía sostenible y alternativa a los mercados financieros, en la que necesariamente participen las empresas.

Según Felber, muchas constituciones y normas legales recogen el principio según el cual la actividad económica debe servir a los intereses generales y al bien común o público. Así, por ejemplo, lo recoge la Constitución de Baviera en su artículo 151, que reza: “Toda actividad económica sirve al bien común”.

Sin embargo, y tal como se indica en el libro La economía del bien común, escrito por Felber y publicado en España por Ediciones Deusto en 2012, lo cierto es que “la ciencia económica se separó hace doscientos cincuenta años de la filosofía moral dejando tras de sí su alma”.

¿Cómo solucionar esta dicotomía y, de esta forma, hacer que las empresas no compitan entre ellas para obtener mayor beneficio económico sino para conseguir el mayor bien común a la sociedad en su conjunto? La economía del bien común explica al detalle cómo puede hacerse. En los principios de este modelo se encuentra ya parte de esa explicación.

Principios de la Economía del Bien Común.

Para empezar, la EBC se rige por valores humanos, denostados en el marco de una economía de mercado claramente deshumanizada, como son la confianza, la honestidad, la responsabilidad, la cooperación (valor que, señala Felber, “es el método más eficaz que conocemos”, aunque en la economía actual prime la competencia); la solidaridad, la generosidad y la compasión.

Sería, por tanto, contraria en este sentido a la economía de mercado, regida por el éxito económico con valores o indicadores monetarios como el producto interior bruto y los beneficios, que dejan fuera a los seres humanos y al medio en el que vivimos.

Estos indicadores no nos dicen nada sobre si hay guerra, se vive en una dictadura, si sobreexplotamos el medio o si se respetan los derechos humanos. De la misma manera, una empresa que tenga beneficios no nos indica nada sobre las condiciones de sus trabajadores ni sobre lo que produce ni como lo produce.

En esta dirección, la EBC propone implantar otro tipo de balance económico, el del bien común, que indicaría como viven las empresas la dignidad humana, la solidaridad, la justicia social, la sostenibilidad ecológica, y la democracia con todos sus proveedores y clientes. Porque, tal y como indica el libro de Felber “la Economía del Bien Común se construye sobre una cooperación sistémica, también con la naturaleza”.

La evaluación de esos valores permitiría al consumidor escoger los productos en función del desempeño de cada compañía. Por tanto, la EBC beneficiaría a las empresas que la practiquen.

Asimismo, la EBC supondría beneficios para compañías porque el modelo pretende implantar recompensas e incentivos específicos por la práctica y consideración de aquellos “valores humanos fundamentales que han permitido que la existencia humana y social tenga éxito, también en las relaciones económicas”.

Una iniciativa de concienciación para un cambio de sistema.

En 2010, se inició la implantación de este modelo económico teórico, con un grupo de empresas de varios países que participan activamente cumpliendo de manera voluntaria los requisitos del proyecto de ECB.

Desde entonces, este grupo se ha convertido en un movimiento político que presiona a los Gobiernos para que los principios teóricos se plasmen definitivamente en leyes.

En 2011 se consiguió, además, que más de 100 empresa pioneras realizaran voluntariamente por primera vez un Balance del Bien Común. En la actualidad, son ya más de 900 empresas de diversos países las que han optado por aplicar los criterios de la EBC.

Paso a paso, y en términos generales, los autores de esta iniciativa pretenden, tal y como se explica en su página web, desarrollar “a nivel económico, las alternativas concretas aplicables para empresas de diferente tamaño y forma legal; a nivel político provocar cambios legales que posibiliten una vida equitativa en cuanto a las necesidades de todos los seres humanos, seres vivos y de nuestro planeta Tierra; y, a nivel social, el movimiento es una iniciativa de concienciación para un cambio de sistema, que se basa en el “hacer” de tantos seres humanos, en común y con valía”. En definitiva, lo que busca el movimiento de la economía del bien común es transformar todo el sistema económico mundial, que ha quedado claramente obsoleto.

Puedes continuar leyendo más en Tendencias21, donde encontramos la noticia.

Entrevista a Christian Felber

Los dos vídeos siguientes son una interesante entrevista a Christian Felber por Attac TV:

Christian Felber – Economía del Bien Común en España (parte 1/2)

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=rsT7ain14_4[/youtube]

Christian Felber – Economía del Bien Común en España (parte 2/2)

 [youtube]http://www.youtube.com/watch?v=95d48wLSalA[/youtube]

Conoce más sobre la Economía del Bien Común en: http://www.gemeinwohl-oekonomie.org/es/uber-uns/