Por Manauri Jorge/Diariolibre.com.

Una doctora del hospital Luis Eduardo Aybar cura el oído de Carlos Calderón.SANTO DOMINGO.- Luego de que Diario Libre difundiera al mundo la penosa realidad de Carlito Calderón, rociado con gasolina y quemado por desconocidos, la fundación Mano a Mano y los moradores de La Zurza unieron esfuerzos para cambiarle la vida a este indigente.

A Carlito lo quemaron cuando el sol inauguraba la mañana del viernes 28 de junio. ¿Quiénes lo hicieron? Esa es la pregunta a la que no se le encuentra respuesta. Pero con el problema latente, en vez de buscar culpables, la decisión fue ayudar al herido.

El español Guillermo Rojas es el representante de la fundación «Mano a Mano» en República Dominicana y lleva cinco años ayudando personas sin fines de lucro. Después de comunicarse con quien relata, llegamos al lugar donde se encontraba el indigente.

La ayuda había llegado con ropa nueva, alimentos, antibióticos, agua oxigenada, mantas y fármacos diversos para mejorar la salud del enfermo. El aporte también estuvo de la fundación 3M y Siervas de María, quienes compartieron parte de la donación.

Carlito vive debajo de lo que fue una vez una yola, de cuatro metros de largo por uno de ancho. Sobre ella hay una jaula de pollos y dentro, dos más. Como está a pocos metros de una cañada, las moscas se anidaron en su oído izquierdo y le provocaron una seria infección.

Con ese cuadro clínico, se necesitaba la labor de todos los presentes para sacarlo de su guarida y ayudarlo. Los comunitarios apoyaron la causa, dos patrullas de la Policía, comandadas por el coronel Bello D[iaz, se sumaron y la labor en favor de Carlito inició de inmediato con los conocimientos del doctor Manuel Cobo.

Mano a mano cambiaron la vida de Carlito

Como la infección no podía ser tratada de forma ambulatoria y mucho menos en un foco de contaminación como es esa zona, el quemado fue trasladado por los agentes hasta el hospital Luis Eduardo Aybar, donde lo atendieron y le curaron el oído para tratarle paulatinamente las quemaduras.

Aunque Carlito nació en Los Mina, su promesa es irse hasta San Juan de la Maguana con sus parientes y retomar su labor de agricultor.

La vida de este hombre ya no será la misma gracias a la labor conjunta de una comunidad preocupada, una fundación desinteresada, unos agentes colaboradores, unos doctores capacitados y un medio abierto a las necesidades del colectivo.

Este país (Santo Domingo) está lleno de «Carlitos» y para ayudar no hace falta esperar acciones gubernamentales, mano a mano podemos hacer la diferencia.

Noticia enviada a Cuentamealgobueno por Manauri Jorge.