El satélite IRIS, enviado hace un mes al espacio, continúa su aproximación a nuestra estrella con el objetivo de conseguir su fotografía más precisa

La NASA está observando el Sol desde una proximidad sin precedentes. Un hecho que ha catalogado John Grunsfeld, científico de la NASA, como «la puerta grande a una nueva era en la física solar».

Fotografía del Sol captada por la NASA

Una afirmación más que contundente de Grunsfeld sobre el proyecto que fotografiará al Sol desde la distancia más cercana jamás lograda gracias a un nuevo telescopio, el IRIS -Interface Region Imagin Spectrograph-.

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Este «espía», lanzado al espacio el pasado 29 de junio con el objetivo de estudiar al detalle cómo se mueve y se calienta el material solar, permitirá analizar la región poco conocida situada entre la superficie y la corona del Sol, desde donde se «impulsa» el viento solar que llega a todos los rincones del sistema planetario y genera la mayoría de las emisiones ultravioletas de nuestra estrella.

El Satélite IRIS de la NASA

Este satélite ya está suministrando imágenes detalladas de la atmósfera interna solar y lo continuará haciendo de forma prácticamente continua durante los próximos dos años.