El fuego arrasó con todo… menos con su esperanza.
Entre los restos de madera calcinada que quedan de lo que era la segunda planta su vivienda, apareció milagrosamente una biblia de más de cien años de edad, que no ardió en lo que fue un verdadero infierno que se desató hace una semana en la vivienda de la calle Wykes en Aliquippa, Pensilvania (USA)
La casa que Rippy y Vaughan Luton heredaron de su abuela… había desaparecido. No tenían seguro, ni tampoco ahorros, pero sí mucha fe.
Tras el incendio, esta pareja y sus cuatro hijos, fueron acogidos en una habitación de motel sufragada por la Cruz Roja, pero la ayuda se acabó y se convirtieron en una familia sin hogar.
Una historia trágica y que podría tener un fatídico desenlace… hasta que un hombre, que ha decidido permanecer en el anonimato, se ha presentado con una propiedad -que necesita un poco de arreglo- y está dispuesto a dársela a esta familia.
«Tengo un buen trabajo, tengo una buena compañía, estoy rodeado de buenas personas a su alrededor… es fácil», ha afirmado el generoso ciudadano anónimo ante las cámaras, quien sin dar a conocer su rostro, ha decidido que era hora de ayudar a otros.
Un reportero de noticias de KDKA se encontraba grabando cuando le dieron a la pareja la buena noticia:
«¿Hablas en serio?» Preguntó Vaughan… «Eso es maravilloso», dijo Rippy, «Me he quedado sin palabras ante esto.»
«Todo ha sucedido muy rápido», añadió el cabeza de familia, «A cualquiera que le digas que nos están ofreciendo un hogar… es simplemente increíble».
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