“Vamos Califa, Vamos Cordobés”

Una forma diferente de celebrar un cumpleaños.

Hoy retransmitimos en Cuentamealgobueno la crónica de un joven cordobés que, una vez más, se ha superado a sí mismo corriendo una nueva prueba deportiva de fondo. Manuel Corredor ha vuelto a dar ejemplo de superación personal y de actitud positiva ante la vida al disfrutar, como nadie, del deporte y lo mejor, compartir su experiencia con todo el mundo.

Crónica de Manuel Corredor sobre la Maratón de Madrid.

Ante la pregunta de por qué decidí correr el maratón de Madrid, la respuesta es fácil: Coincidía con mi cumpleaños. Y allá por septiembre cuando estaba planificando la temporada ni me lo pensé. Este año celebro mi cumpleaños corriendo un maratón ¡Quién me lo iba a decir a mí hace unos años!

Manuel Corredor en la Maratón de Madrid 2014

Manuel Corredor en la Maratón de Madrid 2014

Cuando era pequeño siempre he corrido, pero vengo al mundo del “running” como popularmente se llama ahora, porque en mis tiempos mozos era salir a correr, como trampolín de otros deportes. Qué diferente es salir a correr como hacía antaño a salir a entrenar… Pero al lío que si no os aburro.

Mi temporada tenía 2 objetivos claros: Maratón de Valencia y MM de Málaga y ya aprovechar la preparación y hacer el maratón de Madrid por diversión. Estas 2 carreras las hice bastante bien, dadas mis posibilidades, 3:12h y 1:23:49 respectivamente. Pero el destino me tenía preparada una sorpresa. Qué me tocara un dorsal a última hora para el Maratón de Sevilla. El resultado: nefasto. No estaba mal de forma, de hecho estaba bien, pero un maratón es cosa seria y en el km 19 me resentí de una lesión en el piramidal que tuve en septiembre y había 2 opciones: abandonar o acabar sufriendo mucho. Hice lo 2º, pero recomiendo a todo el mundo que haga lo 1º. Pero bueno, conseguí acabar.

Después de hablar con varias personas, todo el mundo me dijo que fuese a Madrid a disfrutar, que nada de buscar tiempo, entre ellos: Juan Carlos, Montse Jabalera y otros amigos. Manolo Benito me aviso del terrible final del maratón de Madrid, cosa que puedo decir que es completamente cierta. Ya había paseado por varias zonas y pensaba: “Subir esto corriendo…”

El maratón para mí empezó el día de antes en la feria del corredor.  Todo muy bien organizado, aunque me colocaron en el cajón 5 cuando me correspondía el 1. Cosa que subsanaron en 1 minuto. Pude visitar todos los stands, siempre picas en algo para comprar, que si algún recuerdo, que si geles para otras fechas… Pude hacerme fotos con grandes atletas: Vanessa Veiga, Arturo Casado, Isabel Macías…Con Vanessa Veiga si pude hablar un ratillo y me dijo lo mismo, que me divirtiera y como le dije que había corrido ya los maratones de Sevilla y Valencia, que buscará ahí mi MMP, que Madrid es para disfrutar de sus calles y su gente, cosa que así hice. Después tocó comer en la “pasta party”. No estaba nada mal la comida, se podía repetir si se quería, aunque no tuve la necesidad. Lo único malo que no me dieron batido de chocolate ya que era para niños. Les dije que mi éxito en el maratón dependía de ese batido de chocolate, pero no coló jaja.

La carrera empezó a las 9. No os cuento la parafernalia previa por que ya conocéis todos, el previo a cualquier maratón, además no hubo ningún incidente. Encontré a un amigo y salía desde el cajón 3, debutaba en maratón así que intenté echarle una mano. Aunque luego nos perdimos en el km 6 o 7 debido  a la marea humana que había. Primer error de la carrera: Mezclar la distancia de maratón y MM. Imposible correr. Yo no tenía prisa por correr, no tenía objetivo ninguno, salvo disfrutar. Pero era imposible disfrutar. Vi varias caídas, un hombre en el suelo sangrando por la cabeza…Me asusté y en una parte de la Castellana fui por la acera y otra por césped. Es que no se cabía. Ahí fue cuando me arrepentí de no haber salido en mi cajón. Por lo menos hubiera corrido más desahogado. En el km 5, donde estaba nuestro compañero Santos, también hubo unos problemillas en el avituallamiento. Yo que iba a mitad de grupo pude coger agua y fue al final, por lo que contó él, se acabó para muchos corredores.

En el km 14 ó 15 nos separamos los corredores de MM y maratón y nos animábamos unos a otros con aplausos, gritos de ánimo y muy buen rollo. Ahí es cuando empecé a disfrutar realmente de la carrera. Un auténtico placer correr por la Puerta del Sol, calle Mayor, Serrano, Palacio de Oriente… Y poco después ya estaba el MM, para mi sorpresa llevaba las pulsaciones muy bajas y sin ningún desgaste. Hasta ahí todo el recorrido era un rompe piernas. Las personas que buscaran un buen tiempo o se guiaban por sensaciones o por el pulso. Mirar el ritmo por km no tenía sentido.

Cuando vas a entrar en la casa de campo empieza lo bueno. Primero una bajada de entre unos 200 o 300 metros, no muy larga, pero con una pendiente que la tuve que bajar casi haciendo eses para no pegar tantos frenazos porque notaba hasta las rodillas temblar. Luego un par de km llanos y luego ya no hay sorpresas. Solo te queda una cosa que hacer. Mirar hacia arriba. Yo creía que estaba en los Pirineos. Eso no podía ser normal. Ahí fue cuando me alegré de haber reservado tanto y dije para mi interior: “Menos mal que no he venido a correrla a tope sino muero”.

En todos los maratones hay que reservar para el km 30 en adelante, pero en Madrid ya es exagerado. Tienes que guardar mucho pero mucho. No quería ni pensar lo que es darse un castañazo con el muro con esas cuestas, aunque luego lo pude comprobar viendo a otros participantes. En cualquier maratón te encuentras a gente andando los kms finales pero en éste era exagerado. Incluso en algunas cuestas ¡gente andando de espaldas! La verdad que ya a partir del 30 si apreté, aunque como digo lo de apretar es relativo en esa parte porque es todo subida menos los 2 últimos kms. Para mi sorpresa y solo como anécdota, adelanté a 1.000 personas en los últimos 7 kms. Hay diferencia entre correr guardando y sin disputar, a cuando se va al límite.

Luego en la meta en el Retiro te emocionas, mucha gente dándose la enhorabuena, un desconocido me dio un abrazo… Parecíamos una gran familia. Al final hice 3:25 h, algo más rápido de lo que esperaba y la 2ª media más rápida que la primera.  Al rato entro mi amigo Sergio Rizos exultante por terminar su primer maratón y muy emocionado.

Desde aquí quiero agradecer a todos los voluntarios porque son unos fenómenos. Super simpáticos y agradables y te tratan con cariño y eso que eres un desconocido. Un 10 para ellos. Y el público también me animaba con el “vamos califa y vamos cordobés”.

Excepto por la salida conjunta de maratón y MM todo lo demás perfecto. Recomiendo correr este maratón pero al que sepa a lo que va. El próximo Maratón de Sevilla ya será otro cantar y el relax lo dejaré para otra carrera.

Perdonad porque me he alargado más de la cuenta y muchas gracias por leerme.

Un saludo.

Manuel Corredor.