El poder de los gestos desinteresados y de la oración.

  • Los delitos han caído en un 82%.
  • Ciudadanos comenzaron a realizar oraciones delante de la estatua.
  • El barrio está ahora limpio y libre de drogas, prostitución y graffitis.
La pequeña estatua de Buda instalada por un vecino se convirtió en un altar en medio de la ciudad.

La pequeña estatua de Buda instalada por un vecino se convirtió en un altar en medio de la ciudad.

En el barrio Eastlake de la localidad de Oakland, California, el crimen ha caído en picado desde que un vecino Dan Stevenson decidió instalar una pequeña estatua de Buda en el año 2009.

Dan no se considera a sí mismo para nada religioso, pero con su pequeño gesto decidió hacer algo bueno a su vecindario, esperando que al menos sirviera para aportar tranquilidad a una zona marcada por la delincuencia, el graffiti, el tráfico de drogas y la prostitución.

Pronto, las flores y las velas fueron apareciendo como ofrendas anónimas de los vecinos alrededor de la pequeña estatua de Buda, que terminó convirtiéndose en un pequeño templo en mitad de la ciudad, al que mujeres vietnamitas comenzaron a acudir para orar cada mañana en la acera donde se encuentra instalada la estatua.

Desde entonces, cada mañana a las 7, las personas que se congregan en este «templo» hacen sonar una campanilla, tocan una campana y ponen música suave mientras cantan sus oraciones matutinas.

Vecinos de la localidad comenzaron a dejar flores y a orar delante de la estatua de Buda.

Vecinos de la localidad comenzaron a dejar flores y a orar delante de la estatua de Buda.

Lo que pasó después ha sido poco menos que impresionante. El barrio cambió. La gente dejó de arrojar basura. Pararon de destrozar las paredes con graffitis. Y los narcotraficantes dejaron de utilizar esa zona para trapichear. Las prostitutas también se fueron.

La estatua original es ahora parte de un santuario elaborado que incluye una estructura de madera de unos 3 metros de altura que alberga estatuas, retratos, ofrendas religiosas de alimentos y frutas bañadas en aire con olor a incienso.

Las estadísticas policiales para ese vecindario muestran una caída del 82% de los delitos desde 2012, cuando comenzaron las sesiones de oración de la mañana.

Desde que comenzaron las sesiones de oración vespertinas, la delincuencia cayó en un 82% en el barrio.

Desde que comenzaron las sesiones de oración vespertinas, la delincuencia cayó en un 82% en el barrio.

Todo un ejemplo de cómo una acción desinteresada de un vecino puede darle la vuelta al ambiente de un barrio, al que se le ha devuelto la armonía y la paz.

Fuentes: GoodNewsNetwork y SFGate.

Cada mañana a las 7, las personas que se congregan en este «templo» hacen sonar una campanilla, tocan una campana y ponen música suave como mientras cantan sus oraciones de la mañana.