• Las nueva tecnología para regenerar aguas residuales es más efectiva y barata.
  • Se ha desarrollado en la Universidad de Almería.
  • Usa un tanque o reactor para mejorar la capacidad de eliminación de contaminantes.

Investigadores de la Universidad de Almería han dado un nuevo paso adelante en el desarrollo de sistemas de depuración efectivos y económicos que permitan la reutilización de las aguas residuales sin causar daños al medio ambiente.

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Las investigación ha sido llevada a cabo por científicos del departamento de Ingeniería Química que han aplicado una nueva tecnología al tratamiento final o terciario de estas aguas. La innovación se basa en el uso de un tanque o reactor que mejora la capacidad de eliminación de contaminantes, permite trabajar con más volumen de agua y reduce costes.

El dispositivo propuesto es un reactor de carrusel o raceway, denominado así por su similitud con una acequia en la que el agua circula impulsada por un motor con paletas. Esta tecnología, que ya se usa en el cultivo de algunas microalgas, nunca había sido probada para tratar aguas urbanas, según apuntan los investigadores.

Hasta ahora, los procesos de depuración se realizaban en tanques o reactores de tubo de vidrio donde, con ayuda del sol y otros elementos como el hierro, se producía la reacción química necesaria para degradar los contaminantes.

Sin embargo, según los investigadores, estos equipos no son del todo eficaces debido a que trabajan con poco volumen de agua, son caros y están diseñados para otro tipo de efluentes que, como los industriales, presentan una alta contaminación.

«La concentración de sustancias tóxicas en aguas derivadas de fábricas se mide en cientos de miligramos por litro o, en algunos casos, en gramos por litro. En aguas urbanas, esta proporción se reduce a escala de microgramos o nanogramos por litro, es decir, hablamos de microcontaminantes», explica el investigador responsable del proyecto, José Luis Casas López.

Entre las ventajas del nuevo reactor destaca su volumen por metro cuadrado, que alcanza los 100 litros, cantidad que se incrementa dependiendo de la profundidad del tanque. «Si ésta es de 25 centímetros, hablamos de 250 litros por metro cuadrado. Multiplicamos por veinticinco la capacidad de la tecnología tubular», comenta el científico.

Otra de las mejoras que aporta es la reducción de los costes del proceso. En este sentido, los expertos señalan que en un reactor tubular, los costes de instalación suponen un gasto aproximado de 400 euros por metro cuadrado de reactor, mientras que un raceway la cifra se reduce a 10 euros el metro cuadrado.

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