PodRide.
Hemos tenido que llegar al año 2016 para darnos cuenta de que Los Picapiedra, esos entrañables dibujos animados de los sesenta, no iban tan desencaminados al utilizar un coche propulsado con los pies.
A esa conclusión es a la que ha llegado Mikael Kjellman, un joven diseñador sueco que ha creado un divertido coche a pedales con el que pretende dar solución a los principales inconvenientes de usar la bicicleta en la ciudad, a saber el frío, la lluvia, el esfuerzo y la incomodidad de un vehículo de dos ruedas que no es estable al estar parado.
Con el nombre de PodRide ha creado una mezcla entre coche y bici eléctrica, ya que incorpora además un pequeño motor eléctrico de 250W que proporciona asistencia al pedaleo para poder llegar a una velocidad de 25 km/h sin dificultad.
La batería le da al vehículo de una autonomía de 60 kilómetros y cuenta con espejos retrovisores, velocímetro, luces delantera y trasera de freno y hasta limpiaparabrisas. Además, gracias a sus reducidas dimensiones puede conducirse por un carril bici.
- Longitud: 180 cm.
- Anchura: 75 cm.
- Altura: 145 cm.
- Altura del asiento: 50 cm.
- Peso: 70 kg.
- Ruedas: llantas de 20 pulgadas.
- Distancia entre ejes: 88 cm.
- Diámetro de giro: 3,5m.
- Motor: Engranajes eléctricos de 250 W.
- Marchas: cambio integrado speedshub 14.
- Autonomía: 60 kilometros.
- Velocidad máxima: 25 km/h (con motor)
- Emisiones de CO2: 7 g / km (generación de electricidad mixta en la UE) (coche: 140 g/km, coche eléctrico: 70 g/km)
Un vehículo cómodo, divertido y respetuoso con el medio ambiente.
Mikael explica que comenzó este proyecto porque le gustan «los deportes de aventura al aire libre y el trabajo como ingeniero de diseño. Me gusta mucho ir en bicicleta, pero donde yo vivo, en Suecia, el tiempo no es siempre muy amigo de la bicicleta. Así que diseñé y construí una bicicleta de cuatro ruedas con carrocería de tela para mantenerte seco y caliente en cualquier clima».
«He ido a trabajar todos los días durante un año conduciéndolo y ha demostrado ser un vehículo muy práctico y cómodo. Es un vehículo divertido de conducir y me gusta construir cosas. Sin embargo, el mayor motivo para mí es son los beneficios ambientales que estos vehículos aportarían si se hicieran más populares».
El diseñador ha fabricado el primer prototipo y ha iniciado una campaña de crowdfunding para poder comenzar a comercializar el producto a mayor escala, con la que ya ha conseguido financiar más del 150% de su cantidad objetivo: 30.000 $.
Más información en: http://www.jmk-innovation.se/?lang=en.
