Una familia rusa quedó atrapada por un incendio en el cuarto piso donde vivían, en un edificio de la región de Vladimir Oblast.
Los vecinos que se fueron acercando al edificio, del que salía una gran cantidad de humo, se percataron de que la familia estaba atrapada por las llamas.
Ante la ausencia de los bomberos, decidieron formar un círculo entre todos, con el fin de recogerlos cuando saltaran, ya que no podían permanecer por más tiempo en el interior del edificio en llamas.
Uno a uno, los miembros de la familia fueron saltando a la improvisada colchoneta humana: primero la niña menor, llamada Jenia, luego la mayor de sus hijas, Ksenia, seguida de la madre, Elena y por último el padre, Vitaliy.
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El salto era más difícil de lo que parecía, ya que para poder caer en la manta tenían que sortear una cubierta que había en el balcón del piso inferior.
Afortunadamente los cuatro lograron sobrevivir a la caída de unos dieciocho metros desde el suelo.
«No podíamos respirar. Jenia, mi bebé de once meses de edad tiene una enfermedad del corazón. Llegamos a la terraza y mi marido dijo,»Tenemos que saltar, no nos podemos salvar de otra manera», explicó la madre a los medios de prensa.
