«Geopolímero Fotoluminiscente».
La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo ha anunciado que, tras largo tiempo trabajando en ello, han conseguido fabricar un compuesto de cemento capaz de captar la energía solar y brillar en la oscuridad.
El cemento fluorescente ha sido creado por el investigador José Carlos Rubio con la colaboración de los co-inventores Wilfrido Martínez Molina, Elia M. Alonso Guzmán y Fernando Velasco Ávalos, todos adscritos a la Facultad de Ingeniería Civil de la UMSNH.
Se trata de un tipo de cemento que mejora las cualidades de adhesividad del cemento tradicional, comercialmente explotado ahora y permite aplicar todas las posibilidades que sus propiedades fotoluminiscentes le dan.
Por ejemplo, puede ser utilizado en la construcción de carreteras y señales ya que su emisión de luz permitiría crear carreteras o calles auto-iluminadas ya que el cemento absorbe la luz del sol durante el día y la emite en forma de luz en condiciones de oscuridad durante un tiempo máximo de 12 horas.
«Estas mismas cualidades se pueden emplear en la construcción de piscinas, plataformas petroleras y en la arquitectura doméstica, por ejemplo, en la construcción de baños, cocinas, cocheras, permitiendo un ahorro considerable de energía eléctrica», informan sus creadores.
Otro aspecto de gran importancia de este cemento son sus cualidades de adherencia al metal. En este caso supera con creces al cemento comercial, lo cual abre perspectivas muy innovadoras para nuevas técnicas de construcción. El desarrollo nicolaita puede ser la base para la creación de placas cerámicas que de emplearse en puentes, pasos a desnivel y otras estructuras, puede ayudar a iluminarlas.
Al contrario que otros materiales fluorescentes, que tienen una vida útil de no más de tres años, este cuenta con la vida útil que caracteriza al cemento. Se estima que la duración de su fluorescencia por tanto puede prolongarse unos cien años, aproximadamente.
Fabricado a partir de polvo de cemento con diminutas escamas de cristal, estas se activan en el momento en el que entran en contacto con el agua. Los cristales forman un gel que al recibir la luz solar bloquea la energía disponible.
El cemento emisor de luz, patentado como «Geopolímero Fotoluminiscente», está disponible de momento entre dos colores: azul y verde y también es posible regular su intensidad dependiendo de la zona en la que se esté utilizando.
Se trata de un «caso de éxito de innovación Mexicana en el Sector de Ingenierías», informan en la Universidad.
Más información: umich.mx.
