Aprecio una mezcla muy abigarrada en la que las proporciones son determinantes. La misma sustancia de las ADELFAS lo indica. Sus cardiotónicos llegan a ser mortales, pasan por una presencia indiferente e incluso pueden ser una medicina. Cuestión de dosis y oportunidad.
A mí me pasa otro tanto. Mis VENENOS están concentrados, para administrarlos de golpe, mantenerlos en segundo plano e incluso aplicarlos como buenos estimulantes para acciones beneficiosas.
Ahora bien, ¿Qué es eso de concentrarme en la acción de los venenos? ¿No existen otros horizontes? Espero que nadie pretenderá reducir a cada persona a la cantidad de veneno circulante. Abundan sus componentes de mejor cariz.
Vuelvo a las adelfas, pese a sus contenidos, optan en su realización por el aroma y la belleza de su FLORACIÓN; ejemplo de una sencillez natural estimulante. Las sustancias son aplicadas a un resultado final espléndido.
Mi horizonte está plagado de decisiones similares, en busca de autores conscientes de su papel en el mundo.