En esto de las fases evolutivas, estuvieron presentes los ESTUPEFACTOS, animales desarrollados con dotes de observadores. En su habitat era cotidiana la sorpresa, de ahí su actitud característica reflejada en su denominación.

Más tarde fueron apareciendo los homínidos LABORIOSOS, de fina estampa y tenaces ocupaciones. Su afán transformaba la sorpresa en posibilidades, con la consiguiente liberación mental para afrontar nuevas ocupaciones. Transformaron el pasmo inicial en actividades.

Desde senejantes trajines,  proliferaron las iniciativas organizadoras, dirigidas por los FATUOS; elementos centrados en su provecho personal a costa de los demás seres vivos. Ellos no más dirigían las contiendas, con los abusos fáciles de prever y difíciles de tolerar.

¿Dónde está la buena noticia?En el inesperado descubrimiento de los llamados ILUSIONADOS supervivientes entre la vorágine ambiental. Con ellos flota ese ánimo resistente venido de fuentes ignotas, de mecanismos complejos y de resultados tonificantes.

Resilencia. Fotografía de Roberto Saltori.

Resilencia. Fotografía de Roberto Saltori.