Un equipo liderado por investigadores de la Universidad de León (España) ha sido seleccionado por la Agencia Espacial Europea (ESA) para investigar el uso de pseudo-satélites en sistemas satelitales y considerar su incorporación en los planes estratégicos de desarrollo aeroespacial europeo.

Un Stratobus, un dirigible estratosférico autónomo -a medio camino entre un dron y un satélite. Foto de Thales Alenia Space España.

Un Stratobus, un dirigible estratosférico autónomo -a medio camino entre un dron y un satélite. Foto de Thales Alenia Space España.

El proyecto, denominado HAPPIEST, tiene como investigador principal a Jesús Gonzalo de Grado, Director del Grupo de Investigación de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de León y analizará las aplicaciones en las que los pseudo-satélites pueden complementar, mejorar o sustituir los sistemas actuales tanto espaciales como terrestres.

Los grandes dirigibles y los aviones ligeros esbeltos, propulsados mediante energía solar y controlados autónomamente, pueden permanecer en la estratosfera durante meses. Allí, alrededor de los 20 km de altura, muy por encima de las cotas utilizadas por la aviación comercial, el aire es tenue y frío, el horizonte se muestra curvo y las corrientes de aire son escasas y muy uniformes; todo esto facilita el vuelo con un consumo mínimo y por tanto una autonomía inusual. Desde estas atalayas, las plataformas de gran altitud ofrecen capacidades que recuerdan a las de los satélites, de ahí su denominación de HAPS o pseudo-satélites.

En la ESA, el proyecto se enmarca dentro del Programa de Estudios Generales (GSP por sus siglas en inglés), bajo la supervisión técnica del grupo de futuros sistemas del Directorado de Telecomunicaciones. En el equipo participan empresas líderes en el sector como Thales Alenia Space España, Airobotics GmbH (Alemania) y Deimos Engenharia (Portugal).

Stratobus.

Thales Alenia Space España aporta al proyecto su amplia experiencia en aplicaciones espaciales, así como la experiencia del grupo en plataformas HAPS. La compañiá está desarrollando actualmente el Stratobus, un dirigible estratosférico autónomo -a medio camino entre un dron y un satélite- cuyo demostrador está previsto para un lanzamiento en 2018.

Se trata de un producto de bajo coste con cobertura regional permanente, siendo un complemento ideal para soluciones satelitales.

Los pseudo-satélites podrán expandir las redes de comunicaciones actuales hasta lugares remotos o de orografía complicada, incrementar notablemente los anchos de banda en zonas concretas, cubrir regiones sin infraestructura terrestre o restablecer en minutos redes de comunicaciones críticas que hayan sido dañadas.

Ante estas habilidades, estos sistemas no han pasado inadvertidos para los colosos de Internet como Facebook o Google y para los servicios de inteligencia de varias naciones, que ya financian diversas versiones de plataformas.

Otras aplicaciones.

Además, las capacidades de observación abren un gran abanico de posibilidades. El primer ejemplo es la toma de imágenes de altísima resolución (la cámaras están mucho más cerca que las de los satélites), esencial en labores de vigilancia y aplicaciones de seguridad.

El segundo es la observación persistente, ya que el pseudo-satélite se mantiene encima del objetivo mientras que los satélites deben orbitar la Tierra y por tanto pasan por encima de la escena a gran velocidad. Este extremo podría habilitar la obtención de vídeo sobre zonas de interés, como por ejemplo el escenario de una catástrofe natural.

Además, para los escenarios más prometedores comercialmente, se estudiarán en detalle los aspectos técnicos y programáticos con simulaciones completas de las prestaciones, para asegurar la viabilidad de los HAPS en el futuro próximo.

En el plazo de un año, la Agencia Espacial Europea dispondrá de un catálogo de servicios con nuevos conceptos en la frontera entre el espacio cercano y la alta atmósfera: los pseudo-satélites.