Varias entidades se han unido para crear la iniciativa «Un millón de compromisos por el clima», que tiene como objetivo sensibilizar a la ciudadanía, empresas, administraciones y organizaciones sociales frente al cambio climático.

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El proyecto, iniciado el año pasado por La Fundación Biodiversidad, organización pública inscrita al Ministerio de Agricultura y con la colaboración de entidades como Save Horizon, Ecodes o Ineco, pretende crear una comunidad de actores económicos, sociales e institucionales con el fin de reunir 1 millón de compromisos e iniciativas que contribuyan a frenarlo.

La acción “Un Millón de Compromisos por el Clima” presentó en la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático celebrada en París el pasado año el compromiso de empresas y ciudadanos españoles de realizar las acciones coherentes con el gran objetivo global que señala el acuerdo de la COP21: lograr que la temperatura del planeta no suba más de 1,5º.

Esto se conseguirá mediante compromisos concretos que ciudadanos, empresas y organismos públicos pueden llevar a cabo para frenar el cambio climático en materia de energía, agua, movilidad, consumo, reciclaje, huella de carbono e inversiones.

Energía.

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos utilizamos energía para realizar muchas acciones de nuestra vida cotidiana. Esta energía proviene, en su mayor parte, de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) que producen grandes cantidades de emisiones de CO2 que están afectando gravemente a la atmósfera y al clima del planeta. Pequeños cambios en nuestros hábitos y en nuestro hogar pueden mejorar el clima de nuestro planeta.

Hay empresas que ya están llevando a cabo diversas acciones de ahorro energético, como la contratación de servicios eléctricos con comercializadoras de energías renovables o la utilización de dispositivos para el ahorro de luz y agua; fomento de la eficiencia energética mediante formación sobre conducción eficiente, contratación de vehículos bajos en emisiones y la promoción del uso del tren en los desplazamientos del personal cuando sea posible, así como impulsar la optimización en el uso de materias primas, papel, etc.

Agua.

El agua que utilizamos en nuestro hogar tiene que pasar por una serie de procesos (impulsión, potabilización, depuración etc.) que suponen emisiones de CO2 por cada m3 de agua consumida. Introducir tecnologías ahorradoras de agua y cambiar nuestros hábitos de consumo pueden disminuir las emisiones de CO2 y mejorar el clima de nuestro planeta.

Movilidad.

Las emisiones de CO2 derivadas del uso de sistemas de transporte por carretera suponen un 48% del total de las emisiones causadas por el consumo de energía. Cambiar nuestro modo de desplazarnos utilizando el transporte público, yendo en bici o a pie en nuestros desplazamientos urbanos y compartiendo coche o eligiendo vehículos que emiten menos CO2 en los desplazamientos interurbanos, ayudará a mejorar el clima.

Consumo.

Cada vez que adquirimos un producto o servicio no sólo repercute en nuestro bolsillo. Desde la producción del producto, su embalaje, el transporte hasta el lugar de venta y el proceso necesario para su eliminación cuando lo desechamos, tiene un impacto en forma de emisiones de CO2. Una decisión de compra meditada e inteligente es la clave para reducir su impacto.

Reciclaje.

Reducir nuestros residuos y reciclar significa reducir el trabajo de extracción, transporte y elaboración de nuevas materias primas, lo que conlleva una disminución importante del uso de la energía necesaria para llevar a cabo estos procesos. Reciclando disminuimos la presión sobre los recursos naturales, disminuimos las emisiones de CO2 y ayudamos a proteger el clima.

Huella de carbono.

Nuestra actividad diaria, con los necesarios desplazamientos al trabajo o al centro de estudios, el uso de la calefacción y el aire acondicionado, o el consumo de electricidad, tiene un impacto en el clima por las emisiones de CO2 que generan estas actividades. Calcular nuestra Huella de Carbono nos hará ser conscientes del impacto que generamos y así podremos reducirlo poniendo en marcha compromisos por el clima, acciones que reducen las emisiones de CO2. Y si queremos ser “neutros en carbono” podemos compensar las emisiones no evitadas en proyectos de compensación.

Inversiones.

Los riesgos detectados por las empresas y los inversores en relación al cambio climático son cada vez mayores y generan preocupación por los riesgos que el cambio climático presenta sobre las economías regionales y globales, y sobre los activos individuales. Pero también las herramientas financieras y de inversión pueden suponer un estímulo para alcanzar el objetivo internacional de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2ºC. En este sentido, sigue en aumento el interés de los inversores por los proyectos y las acciones de amplio potencial económico que presenta la transición a una economía de bajas emisiones de carbono lo que genera oportunidades de financiación e inversión para combatir el cambio climático.

Voces #PorElClima

Somos la última generación que tiene la posibilidad de frenar el cambio climático. Necesitamos actuar TODOS y YA si de verdad queremos tener éxito. Para difundir de manera activa la necesidad de la acción por el clima y lograr que más personas y entidades se comprometan a realizar acciones para frenar el cambio climático se requieren VOCES #PorElClima, tú puedes ser una de ellas!

 

Más información en: http://www.unmillonporelclima.es/.