20161112-2-chillida-peine-al-vientoCon frecuencia, no percibimos ni lo que tenemos entre las manos, eso depende de las ACTITUDES de cada cual; cerradas en el propio ego, o abiertas en busca de lo mejor, al estilo de aquel “Al vent” de Raimon, con todo cara al viento.

El viento arrastra incontables señales equívocas e incluso maléficas. El Peine del viento de Eduardo Chillida, es una muestra simbólica de la importancia de ser RECEPTIVOS para los aires magistrales procedentes de la inmensa aventura cósmica.

Esa SELECCIÓN  para la captación de lo más valioso, está entre nuestras capacidades; la buena noticia bulle en los interiores de cada persona. Si la cultivamos o la ignoramos, será una decisión individual.

La APERTURA franca, si no la tornamos estúpida exige la actitud del discernimiento, de selección y de captación. La tenacidad y la inteligencia, las añadiremos al hilo de las inquietudes personales.

El bravo oleaje circundante, las ventoleras variadas, rumbos e intensidades, o los aires frívolos de quienes nos acompañen; nos veremos obligados a transformarlos en ESTÍMULOS para la búsqueda de la autenticidad propia, si estimamos las buenas posibilidades en lo que valen.

 

Crédito fotografía: Wouter Homs.