La vida te sonríe…

…sonríe a la vida.

La vida es un continuo dar y recibir, depende de lo que demos, así recibimos.

El hecho de que el momento en el que recogemos aquello que hemos sembrado no esté sincronizado, —es decir, el dar y el recibir, por caprichos del destino, no van siempre acompasados en el tiempo— , a veces nos puede llevar a perder la paciencia y retraernos en un bloqueo emocional, mental y hasta físico, en el que nos podemos encoger, sentir dolor y aislamos de los demás, evitando dar, evitando el darnos y ofrecernos a los demás.

Es natural, humano y comprensible. Básicamente eso es el resultado del miedo, que a veces toma el control de nuestras vidas.

Afortunadamente hay situaciones en la vida que nos ayudan a avanzar y a desbloquearnos.

La semana pasada, mientras entrevistaba para Cuentamealgobueno al musicoterapeuta y ya amigo José Barcia, me dijo unas sencillas palabras que me emocionaron y resonaron por dentro en mí: «hay que dar, pero dar sin esperar nada a cambio», que bonito, cuanta verdad en esa sencilla afirmación, cuanto amor y sabiduría en esa afirmación.

Esa conversación con José, alguien a quien no conocía absolutamente de nada y con el que terminé hablando de temas muy profundos, me ha ayudado a desbloquear gran parte de preocupaciones que me rondaban y que se eliminaron de un plumazo con dos palabras:

«Da, Sonríe»

Cuando sonríes a la vida… la vida te sonríe… pero como la vida es así de pícara, te puede sonreír cuando ella quiera, cuando menos te lo esperes, ¡pero créeme que sonreír, te sonreirá!

La foto que acompaña a esta reflexión personal que hoy comparto en Cuentamealgobueno, es de un sencillo envoltorio de regalo en el que unos tíos de mi mujer trajo un regalito para nuestro hijo Luis, el mayor, de quién se acordaron estando de viaje y le compraron un precioso libro de cuentos.

Cuando vi la carita sonriente dibujada a mano en la que habían traído envuelto el regalo, con una pequeña bola de tela en el centro de la cara a modo de nariz de payaso, pensé, qué detalle, ¡que cosa tan sencilla y simple, como un papel de embalar, pero cómo lo ha convertido en una muestra de cariño y de ilusión para nuestro peque! y por qué no reconocerlo, también para mí.

Pensé, «la vida nos sonríe, hay que seguir sonriendo a la vida, tengo que seguir haciendo lo que estoy haciendo en este medio: contar buenas noticias e historias positivas, como la de José, mostrar la sonrisa de la vida a los demás, seguir y seguir y seguir con mi misión… sin importar lo que reciba a cambio y cuándo lo reciba».

Así que mi reflexión de hoy va a acompañada de una invitación: ¡SONRÍE!… por el motivo que elijas, ya sea el simple hecho de que sonriendo te sientes mejor, porque sonriendo haces que los demás se sientan más cómodo, porque sonriendo te sientas más guapa, más joven, más viva… elige el motivo que quieras… ¡pero SONRÍE!

Dedicado a Mati y a José. Gracias.

Escrito por David Rojas Osuna el 9/12/2016 para Cuentamealgobueno.com, periódico digital participativo de buenas noticias.