Al ilustre Don Carlos Jiménez Díaz, en la visita a un importante centro médico, le presentaron algunos informes con los diagnósticos efectuados a sus pacientes, detallados, minuciosos, contundentes. D. Carlos fue también categórica, no son creíbles por su exceso de afirmaciones, él las consideraba como poco reales.

Las DEMOSTRACIONES son laboriosas y siempre parciales. Algo que contrasta con la abundancia de declaraciones rimbombantes, pero ligeras, de hoy en día.

La ciencia situada en la frontera es apasionante. Las buenas intenciones, con la que está cayendo, también lo son y con mucho mérito. Pero la CONFUSIÓN entre ambas tendencias es ridícula.

La HUMILDAD es un buen factor de equilibrio, pero carece de la popularidad requerida, no vende, y en tiempos consumistas…

Nos retan las limitaciones, nos examinan con tenacidad; si las atendemos, son estimulantes, si no le hacemos caso, entramos en el agujero negro de la NECEDAD.

Sin embargo, ¡Albricias! disponemos de un recurso fácil y eficaz, no quedarnos en lo que sabemos, semejantes regodeos tienden a engolarnos, satisechos, desdeñando los estímulos. Las carencias asumidas nos lanzan a la investigación de mejores horizontes. Es una PROYECCIÓN insatisfecha, sin alardes incongruentes.