La verdadera historia de Condorito.

Una historia se ha hecho viral en las redes sociales a cerca de un Cóndor salvaje y como, supuestamente, éste regresó para abrazar al cuidador que lo salvó. Aunque realmente la historia no ha sido tal y como se ha difundido, no deja de ser positiva y creemos que merece la pena difundirla.

El vídeo titulado como «Cóndor baja de las alturas para saludar a quien lo curó de una lesión», en el que se ve a un cuidador abrazando a un cóndor se hizo viral, con millones de compartidos en Facebook. Aunque la historia no es como la cuentan: ni «Condorito» es salvaje ni se fue a la montaña y volvió para dar las gracias.

https://www.youtube.com/watch?&v=BWOW28Qyw-s

El cóndor apareció herido y de pichón en la estancia de Edgardo, en Loncopué, Neuquén (Argentina). El hombre decidió ayudarlo a crecer, ya que el animal no puede valerse por sus propios medios.

«Un día de marzo apareció acá solo y con una patita lastimada. Lo estuvimos curando de una lesión que no parecía ser grave y desde ese día se me acerca cada vez que lo llamo. Cuando me contacté con la gente de Fauna me dijeron que era un pichón macho que creen que nació en octubre del año pasado y que aparentemente había perdido contacto con sus padres», explicó a La Mañana de Neuquén.

«Generalmente nosotros le dejamos comida para que aprenda a buscarla por su cuenta. En estos últimos meses hemos padecido la muerte de algunos animales por distintos motivos y nosotros decidimos dejarlos para que él pueda alimentarse».

El cóndor, que es casi un animal doméstico, abraza a Edgardo, que compartió el cariño del ave por Whatsapp. Y se hizo viral, pero con una historia edulcorada para las redes sociales: alguien inventó que el cóndor era salvaje y que había regresado para darle las gracias.

«Supongo que por la historia algunos de ellos decidieron compartirlo con más gente. El vídeo se viralizó por Facebook y muchos me han estado buscando para saber más», contó el estanciero.

Personal del Ecoparque de Buenos Aires se interiorizó sobre el caso y quiere llevarse a «Condorito», pero Edgardo se opone.

«El cóndor nació y se crió acá, y este es su hábitat natural. En este momento ya puede volar por su cuenta y en pocos días ya va a estar acostumbrado a vivir en la condorera que tenemos a pocos kilómetros».

«Dicen que vienen a buscarlo para llevarlo a un lugar adecuado, pero aquí el cóndor está al aire libre, en su habitat natural y que reconoce como propio, así que no estamos de acuerdo con esa intervención», declaró al diario neuquino.

Edgardo aclaró que el vídeo corresponde a cuando el cóndor aun era pichón y no sabía volar.

«La gente exagera todas las historias. El cóndor no bajó del cielo para saludarme simplemente porque era pichón y todavía no había aprendido a volar. Y tampoco lo habíamos curado de una herida grave, sino que tenía una pequeña lastimadura».