• Hace cuarenta y cinco años, se encontró que algunos cánceres contaban con una alteración genética en una célula transformada. Se trataba de la ausencia de una pieza, el nucleótido “Y”.
  • Recientemente se ha descubierto que el silenciamiento epigenético del gen TYW2 es el causante de la pérdida del esquivo nucleótido.
  • La investigación se ha llevado a cabo en El Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras.

Gracias a la epigenética, un equipo de científicos ha desvelado un enigma del cáncer que había quedado oculto desde hace más de cuarenta años.

La década de los 70 aportó los primeros datos que sugerían alteraciones del material genético en los tumores. Posteriormente, a principios de los años 80, se descubrieron las primeras mutaciones en oncogenes en el cáncer humano.

En 1975, la revista Nature publicó la existencia de una alteración específica de la célula transformada. En el artículo, se hablaba de que a un ARN encargado de llevar un aminoácido para construir las proteínas (ARN de transferencia) le faltaba una pieza: el enigmático nucleótido “Y”.

Los cuarenta y cinco años que siguieron a esta declaración, fueron años de silencio y desconocimiento en torno a las causas y consecuencias de no poseer la base correcta en ese ARN.

Resolución del enigma del cáncer

Actualmente, ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) un artículo que al fin resuelve el misterio. Se trata de una investigación realizada por el grupo de Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, profesor de investigación ICREA y catedrático de Genética en la Universidad de Barcelona.

El artículo describe que en las células cancerosas se inactiva epigenéticamente la proteína que genera el nucleótido “Y”, originando tumores pequeños pero altamente agresivos.

El bloqueo epigenético del gen TYW2 ocurre principalmente en cáncer de colon, estómago y útero y tiene consecuencias indeseables para una célula sana: el ARN que envía la señal para producir proteínas empieza a acumular errores y la célula adquiere un aspecto distinto, alejado del epitelio normal, denominado mesenquimal y que se asocia con la aparición de metástasis.

“En este sentido, cuando estudiamos pacientes con cáncer de colon en estadios precoces, la lesión epigenética de TYW2 y la pérdida del nucleótido “Y” se asocia a aquellos tumores que, aunque de tamaño pequeño, ya comportan una menor supervivencia de la persona», cexplica Esteller.

«Nos gustaría explorar ahora la forma de devolver la actividad del gen TYW2 y restituir la añorada pieza “Y” en el cáncer, para poder cerrar el ciclo de esta historia que se inició de forma tan brillante en 1975, en los albores de la biología molecular moderna”, concluye el investigador.

Fuente: sinc.