Redefiniendo la medicina, la salud y la enfermedad.

Hablemos de salud. En el primer artículo de esta serie sobre el COVID, remarcaba el papel de la educación y la sanidad como pilares fundamentales de la sociedad, algo que ha quedado patente durante los primeros meses de la pandemia.

Si bien entonces agradecía de corazón a los profesionales del sector su loable labor, en esta ocasión me gustaría profundizar en el gran paradigma que vivimos desde hace ya unos años. Quisiera ofrecer una nueva perspectiva que quizás para algunos suene a locura, pero, qué le voy a hacer si tiendo a querer ver un poco más allá de las apariencias.

Sin olvidarnos de los serios recortes que hemos sufrido tras la última «crisis», los cuales aún quedan pendientes de ser recompensados al pueblo, me pregunto por qué está pasando todo esto y para qué.

Supuesto retrato de Hipócrates

Remontémonos a los orígenes de la medicina alopática o convencional, la cual se define como aquella que trata a la enfermedad con su opuesto, frente a la homeopatía que la trata con su igual. Nuestros antepasados, allá por la Prehistoria, tiraban de lo poco que tenían para aliviar dolores. Ésto eran plantas, hierbas, partes de animales y unguentos así como rituales en los que se le pedía consejo a los dioses. (¿Locura? ¿Acaso no hacemos nosotros lo mismo cuando rezamos?)

En algún momento de la historia, debo aclarar que no soy experta en el tema, algo cambió, no sé cómo ni porqué, y estos medios empezaron a sonar poco creíbles o dejaron de ser suficiente para las dolencias que irían apareciendo. Por ejemplo, en los siglos XIV y XV con la Peste Negra. Supongo que tal virus no remitía con los medios que tenían por entonces y tuvieron que investigar más allá de lo conocido.

La medicina ha sido y sigue siendo realmente un camino de autodescubrimiento.

Un camino de autoconocimiento de la verdadera naturaleza del ser humano y, aunque llevamos muchos siglos investigando, aún quedan cosas esenciales por comprender a nivel global. Hay una serie de conocimientos o sabiduría, hasta hace poco hermética, que recién está llegando al alcance de todos, al menos de todos los interesados. Obviamente, no es algo que vayas a ver en el telediario, pero, si buscas, lo encuentras.

prácticas médicas antiguas

Echando la vista atrás debo decir que es de agradecer todos los esfuerzos de todas aquellas personas que han puesto sus vidas al servicio de la evolución. Si bien algunas prácticas han sido poco ortodoxas e incluso tachables éticamente, no olvidemos que el nivel de consciencia no era el mismo que ahora.

La palabra medicina ya no tiene el mismo sentido que antes pues sigue evolucionando y ha llegado un punto en el que el concepto ha engullido a la palabra. Creo que es hora de ver todo desde fuera, con distancia. Lo que comunmente llamamos medicina para mí es una vez más el autodescubrimiento de la verdadera naturaleza humana y, en este sentido, cualquier campo dedicado a esta finalidad tienen el mismo valor.

Reiki

Con esto quiero romper una lanza en favor de la medicina alopática pero sobre todo de la medicina alternativa. No le veo el sentido el seguir desprestigiando estas nuevas terapias, vengan de donde vengan, siempre y cuando haya integridad detrás de ellas. Esta guerra no tiene sentido. No las separo dentro de mi sistema de creencias. Es un fenómeno que simplemente se está transformando, evolucionando, como la oruga rompe su capullo para salir convertida en mariposa.

Todo tiene su sentido y su valor siempre que haya buena intención de fondo.

La medicina alopática puede curar ciertas cosas, ha servido en el pasado y sigue siendo útil. Pero me pregunto yo, ¿qué hay de malo en abrirse a algo nuevo si existe la posibilidad de beneficiarnos de ello?

Los dos grandes descubrimientos, no digo nuevos porque ya sabían de esto los esotéricos en Occidente y los indios y chinos en Asia (no sé si los árabes también….¡en Egipto seguro!) son:

1) el ser humano es energía, es cuerpo, mente y emoción y no se puede tratar a uno sin afectar al otro.
2) El ser humano experiencia la vida a través de un sistema familiar en el que unos miembros se ven afectados por otros, estén vivos o muertos.

siete chakras

Hay muchas terapias alternativas muy útiles hoy en día

Y que se caracterizan principalmente por tratar al ser humano de manera holísitica, es decir, cuerpo-mente-emoción. Para esta vertiente, la enfermedad es la ausencia de salud, y ocurre cuando alguno de los distintos cuerpos se desequilibra ya sea por exceso o por bloqueo de la energía.

Por nombrar algunas, la Nueva Medicina Germánica o el Reiki. Y si vamos aún más lejos, también se han creado herramientas a partir de su árbol genealógico como la biodescodificación o las constelaciones familiares.

Puedes o no creer en esto, pero te animo a que al menos investigues sobre el tema. Y te pregunto, ¿cómo si no explicas que algunas personas pillen unas enfermedades sí y otras no? ¿cómo explicas que el COVID mate a algunas personas y a otras no les haga a penas ningún daño?

Hay cosas que sólo tienen explicación si miras un poco más allá

y yo te invito a que tires del hilo. ¡Vas a alucinar! Es un camino precioso que te puede llevar muy lejos.

En este punto no puedo dejar de agradecer al COVID que haya llegado para rompernos esquemas, para ayudarnos a abrir nuestras mentes, a evolucionar, a perderle el miedo a la muerte, por ejemplo, no digo más.

Todos hemos estado dispuestos a quedarnos en casa y ponernos mascarilla pero nadie se ha levantado para decir que devuelvan el dinero a la sanidad. ¡Quédense en casa por Dios, sean prudentes y responsables! ¡No hay recursos en los hospitales para todos! Para mí lo lógico es que pongan esos recursos pues. Y si no, tranquilos, ya os digo que hay muchísimo más que la Seguridad Social.

Llegará un día en el que la medicina alopática y la alternativa se unan

y no haya que elegir entre una y otra. Será normal llegar al hospital y recibir reiki o shiatsu, o ser operados porque no haya otro remedio. Las pastillas no serán tan necesarias porque iremos a la causa del problema y no a ponerle una tirita superficial, o quizás esas pastillas no tendrán los mismos componentes que ahora cuyos efectos secundarios a veces son peores que la enfermedad en sí. De nosotros dependerá si todo esto lo tendremos en lo público o en lo privado, o quizás en los dos lados, quién sabe.

Todo esto va a llegar, está aquí ya, de hecho, así que prepárense.

Para sobrevivir al COVID hay que cultivarse más y ver menos televisión…

Paz y Amor
SaraLJ