• Gracias a un consorcio público-privado europeo dotado con 6,2 millones de euros.

El proyecto europeo Fraction coordinado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) busca demostrar un novedoso proceso de fraccionamiento de la lignocelulosa -materia seca vegetal o biomasa-. De este modo, se pretende obtener celulosa de alta calidad y corrientes de lignina y hemicelulosa para transformarla en productos de mayor valor. Tales como disolventes, resinas, monómeros y polímeros que pueden utilizarse para producir plásticos.

Esta iniciativa busca avanzar en el desarrollo de biorrefinerías de segunda generación. Las cuales usan como materia prima biomasa que no puede utilizarse para alimentación, es decir, no se emplea azúcar, maíz, soja o aceite. Así, Fraction procura transformar residuos lignocelulósicos (agrícolas, forestales, agroalimentarios, etc.) en materias primas renovables que pueden utilizarse para producir plásticos, pinturas o revestimientos de superficies.

Proyecto Fraction

Una biorrefinería es un tipo de refinería que convierte biomasa (residuos vegetales) en otros subproductos beneficiosos, como productos químicos. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) define el biorrefinado como “el procesado sostenible de la biomasa. Para obtener un abanico de productos bio-basados (como alimentos, piensos, productos químicos, materiales) y de bioenergía (biocombustibles, energía y/o calor)”.

El proyecto, denominado Fraction y coordinado desde el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (ICP-CSIC), ha recibido 6,2 millones de euros de la BBI-JU (consorcio público-privado entre el programa H2020 de la UE y la asociación Bio-Based Industries).

“Esta iniciativa pretende establecer que se pueden producir múltiples materiales y productos químicos renovables a partir de biomasa lignocelulósica de forma sostenible y a precios competitivos reemplazando muchos de los productos que usamos hoy en día y vienen del petróleo, como botellas de bebidas, envoltorios de plásticos, disolventes de pinturas…”, explica David Martín Alonso, investigador del ICP-CSIC.

Doce socios

Para conseguirlo, el proyecto Fraction utilizará un proceso ‘organosolv’ (tratamiento de biomasa que usa como disolvente un compuesto orgánico en lugar de agua) novedoso y flexible. El cuál permite tratar los residuos lignocelulósicos (pino, abedul, bagazo, cartón ondulado, etc.). Para fraccionar y obtener de forma separada sus tres componentes principales: celulosa de alta calidad, hemicelulosa y lignina.

Ello se basa en un tratamiento a temperatura moderada del residuo lignocelulósico con una disolución acuosa de γ-valerolactona (GVL). Es decir, un disolvente natural que se obtiene desde la propia biomasa y que rompe y fracciona la lignocelulosa en dichos componentes.

El proyecto está coordinado por el ICP-CSIC en un consorcio multidisciplinar que tiene 12 socios de ocho países europeos. Entre los miembros se cuentan dos grandes socios industriales, cinco centros de investigación o tecnológicos y cinco pequeñas y medianas empresas.

“El proyecto Fraction cubre toda la cadena de valor para cada producto hasta el final de su vida útil, con implicación industrial, y engloba a miembros fuertemente interesados en el posterior escalado de la tecnología para una futura comercialización al acabar el proyecto”, señala Manuel López Granados, coordinador del proyecto.

Fuente: Agencia Servimedia

CAB/AR