El envejecimiento de las células de la piel de nuestro organismo podría frenarse.
Un estudio demuestra que se puede frenar el deterioro de los tejidos por el tiempo, con un tratamiento extracelular.
El envejecimiento de las células de la piel de nuestro organismo puede frenarse, ha demostrado un equipo de dermatólogos de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos. Los científicos aplicaron un relleno cosmético en las áreas fibrosas que rodeaban las células de piel de personas de 80 años. Tras tres meses de tratamiento, se constató un rejuvenecimiento celular notable, derivado de una respuesta muy positiva de las células a las alteraciones en las propiedades mecánicas de su entorno.
Recientemente, los científicos han descubierto que el envejecimiento celular es responsable solo de una parte de la decadencia de los tejidos del cuerpo. Un nuevo estudio ha demostrado, en concreto, que podría frenarse el envejecimiento de los tejidos tratando a elementos que rodean a las células.
En una investigación independiente realizada en la Escuela Médica de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, un equipo de dermatólogos ha logrado que las células de la piel de personas mayores actúen de nuevo como células más jóvenes, simplemente añadiendo más relleno al área fibrosa que rodea dichas células.
Esta área, denominada matriz extracelular o MEC, actúa a modo de armazón en el que las células se ubican, y está formada por pequeñas fibrillas de colágeno producidas por los fibroblastos. Con el paso del tiempo, la MEC se fragmenta, lo que provoca que las células pierdan sus conexiones con dicho armazón. La falta de apoyo o sujeción acelera la decadencia de las células de la piel, al igual que sucede en otros tipos de tejido del organismo.
En su estudio, los científicos, del Departamento de Dermatología de la UM, inyectaron en la piel de 21 voluntarios de 80 años de edad, un relleno cosmético de uso frecuente, destinado a reducir las arrugas faciales. Este material de relleno reforzó la MEC, al completar los espacios vacíos generados por el envejecimiento, explica la Universidad de Michigan en un comunicado.
Los dermatólogos no recibieron fondos para su investigación por parte del fabricante del producto ni respuesta alguna de la compañía por los resultados obtenidos. Simplemente, usaron el producto como medio para aumentar las fuerzas mecánicas inherentes a la piel de los participantes.
Asimismo, la investigación no se centró en la piel de la cara, región del cuerpo especialmente maltratada a lo largo de la vida por estar más expuesta a los rayos ultravioleta y a otros elementos que descomponen el colágeno (molécula proteica que forma fibras). En lugar de eso, los científicos aplicaron este tratamiento a la piel de las nalgas, que casi nunca está expuesta a la luz solar.
Resultados obtenidos.
Los investigadores constataron que, tras más de tres meses de tratamiento, los fibroblastos empezaron a expresar genes relacionados con el colágeno, produciendo más cantidad de esta molécula proteica y, en consecuencia, conectándose mejor a la MEC.
De esta forma, toda la capa de piel tratada se engrosó, y se observó una mayor cantidad de los vasos sanguíneos que nutren a las células. «La fragmentación de la matriz extracelular juega un papel importante en el envejecimiento de la piel, pero hemos demostrado que, alterando la MEC con relleno y aumentando su presión interna, se puede producir una señal que vuelva a despertar a las células «, afirma Gary Fisher, profesor de dermatología molecular y autor senior del estudio, que ha aparecido publicado en el Journal of Investigative Dermatology.
Sin embargo, Fisher advierte que los resultados de este nuevo trabajo, no suponen que el relleno cosmético pueda ser usado en todo el cuerpo. En realidad, la importancia del descubrimiento radica en que aumenta la comprensión que se tiene sobre la MEC y, por tanto, podría ayudar a prevenir y tratar el envejecimiento celular.
Por ejemplo, el adelgazamiento de la piel a medida que envejecemos obstaculiza la cicatrización de incisiones o heridas. Una mejor comprensión de cómo la MEC favorece la cicatrización serviría para mejorar las estrategias de tratamiento en estos casos.
Por otra parte, el estudio “demuestra que las células de la piel de las personas mayores son capaces de responder con vigor, de manera muy positiva, a las alteraciones en las propiedades mecánicas de su entorno», añade Fisher. «Todavía necesitamos saber más acerca de cómo las células perciben su entorno, pero en general parece que hemos conseguido una verdadera diferencia en la integridad estructural de la piel”, concluye el científico.
Noticia encontrada en Tendencias21, más información en: uofmhealth.org.