La amistad de una perra maltratada y un niño autista.

Una historia que ha arrasado en las redes sociales.

Con pocos meses de vida, Xena fue rescatada de los maltratos de su dueño, quien la había dejado prácticamente en los huesos y en un estado lamentable. Contra todo pronóstico, la perrita sobrevivió y consiguió recuperarse. Únicamente la hacía falta un lugar donde vivir.

Cuando Grant y Linda Hickey descubrieron que su hijo era autista, gastaron grandes cantidades de dinero en terapias y posibles remedios para mejorar su día a día. Sin embargo, la compañía de un buen amigo es lo que realmente necesitaba el pequeño. Linda se enteró de la existencia de Xena a través de las redes sociales y, nada más verla, se sensibilizó y estuvo pendiente de su recuperación.

Con el tiempo, los padres de Jonny consiguieron adoptar a la perra maltratada. No podían creer el efecto tan positivo que tenía sobre su hijo, quien desde el primer momento sintió un vínculo muy especial con ella. Gracias a Jonny, Xena por fin tiene un hogar. Ella por su parte, se ha convertido en la mejor terapia para él.

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