Un avión Boeing 777 de la compañía Aeroméxico ha completado el primer vuelo comercial trasatlántico de la historia de la aviación impulsado por biocombustibles. Tras once horas de duración y con 350 personas a bordo, tomó tierra tras recorrer los 12.000 kilómetros que separan Ciudad de México del aeropuerto de Madrid-Barajas.

Durante el trayecto, los dos motores del fabricante General Electric que equipan al Boeing, utilizaron un compuesto al 30% derivado del petróleo denominado turbosina, mezclado con hidrocarburos obtenidos de la planta oleaginosa Jatropha Curcas, muy abundante en las regiones mexicanas de Chiapas, Puebla y Veracruz.

El vuelo se desarrolló con total normalidad, resalto el comandante de la aeronave, Francisco Fernández, el ‘comportamiento extraordinario‘ del avión en todas las fases del trayecto.

Tras varios años de investigación, y tras haberse superado los problemas de congelación de este tipo de mezclas a niveles de vuelo de crucero (alrededor de los diez kilómetros de altitud, donde las temperaturas rondan los 50 grados bajo cero), este primer uso de biofuel ha sido posible un mes después de que se aprobara la normativa internacional que permite el uso de estos combustibles alternativos en vuelos comerciales

Para el próximo año se prevé que las operaciones de las líneas aéreas se realicen a nivel intercontinental con este tipo de carburantes, y que el porcentaje empleado se eleve del 30% al 50%, el valor máximo de mezcla que permite la normativa en la actualidad