Las buenas acciones siempre obtienen su recompensa.

La joven californiana Jennifer Vasilakos, no se esperaba ni por asomo la reacción que iba a tener con ella un anónimo que pasó con su coche al lado de su «puesto» para preguntarle por una dirección.

Jennifer, que trabaja de herborista y que es profesora de Reiki,  padece una insuficiencia renal, decidió poner un puesto en mitad de la calle para recaudar los 20.000 dólares que necesitaba para poder costearse un tratamiento de su enfermedad.

El anónimo que afirmaba haberse perdido, era el multimillonario Ty Warner, propietario de la de la compañía fabricante de los “Beanie Baby” o las muñecas “Bratz”.

El multimillonario Ty Warner y la joven Jennifer Valisakos junto con un detalle de la Nota enviada por Ty

El multimillonario Ty Warner y la joven Jennifer Valisakos junto con un detalle de la Nota enviada por Ty

Ty paró su lujoso coche en frente del puestecillo de Jennifer y le pidió indicaciones para llegar a una dirección de Santa Barbara. La joven le indicó el camino y, en agradecimiento, recibió un billete de 50 dólares.

Una hora más tarde, el millonario regresó a la esquina en la que se encontraba y le aseguró que iba a pagar su tratamiento. Unos días después, Jennifer recibió en su casa un cheque por valor de 20.000 dólares, junto con una nota manuscrita en la que Warner le aseguraba que

Jennifer, de profesión herborista y profesora de reikki, recibió en su domicilio el cheque con una nota escrita a mano:

Hay alguien que te ama en el cielo porque me guió para encontrarte el sábado. Yo nunca me pierdo, pero el destino hizo que me perdiese y te pidiese indicaciones. El resto de la historia espero que sea una maravillosa nueva vida para tí.

Ya lo decía el filósofo Séneca: «La recompensa de una buena acción es haberla hecho», en este caso, a la joven ha recibido mucho más de lo que esperaba, de hecho está ya recibiendo su tratamiento médico en un hospital del que no se ha revelado el nombre, tras mostrar su agradecimiento a su benefactor. Por su parte Ty Warner manifestó sus deseos en que este tratamiento pueda ser más accesible a la gente, tras conocer que no se aplica en Estados Unidos:

“Mi esperanza es que se pueda traer este tratamiento que salva vidas y que pueda estar disponible y ofrecer alternativas a gente como Jennifer”, dijo en un comunicado de prensa.