Si hace unos meses presentábamos en Cuentamealgobueno un invento que podría decirle adiós a las botellas de plástico, un nuevo material, de nombre ‘Ooho’, hecho de cloruro de calcio y un derivado de alga de nombre alginato de sodio, ahora presentamos una idea parecida.
Esta vez sí tiene forma de botella de plástico y ha sido diseñada por el islandés Ari Jónsson, quien consciente del problema global que suponen los residuos plásticos, quiso aportar una solución.

Para ello ha usado agar, una gelatina vegetal de origen marino derivada de las algas descubierta en Japón en 1650 y que ha sido utilizada desde tiempos antiguos en los países de Extremo Oriente (China, Japón, Corea, etc.)
Hacia la mitad del siglo XIX fue cuando se trajo a Europa y en la actualidad se cultiva en muchas zonas. En 1800 se incorporó a la microbiología como un elemento para separar moléculas y se usa en la alimentación como sustituto vegano a la gelatina.
El agar tiene las mismas características que el plástico: no absorbe el líquido, pero tiene la ventaja de ser biodegradable.

Para fabricar la botella, Jónsson mezcló agar en polvo con agua hasta obtener una gelatina consistente. Después la introdujo en un molde que luego sometió a muy bajas temperaturas para obtener el recipiente.
La botella solo comienza a descomponerse una vez se ha usado y como el propio diseñador reconoce, «se puede hasta comer».
Fuente: inhabitat.



