Nos quejamos a diario, no hay donde agarrarse para entendernos en los COMPORTAMIENTOS colectivos. Tampoco precisamos si llegamos a comprender el funcionamiento individual, ni si estamos verdaderamente interesados en ello.

 

Nada parece tener sentido. ¿Lloverán sentidos? Dicha espera confiada presagia una fuerte SEQUÍA, no sólo por carencia de agua, sino por dejarnos secas las entendederas, en una comunidad sin brotes tiernos.

 

Nos distrae eso de la IGUALDAD como consuelo. Mientras a cada uno le surgen las agujas de la incomodidad de manera particular y las posibilidades de reaccionar son variadas hasta extremos notables.

 

Pero pienso, si fabrico MARIONETAS no me saldrán higos chumbos. Si me quedo parado me inutilizo, duplico las frustraciones, a las venidas de fuera añado a diario las provocadas desde dentro.

 

Soy poco potente para intentar soluciones globales. Encontré hace tiempo el manantial del sentido, es constante y brollaba en mi interior. Poca cosa de cara al inmenso mundo, pero está comprobado, es un agua eficaz, porque es capaz de crear con entusiasmo una serie de OASIS de verdor incitante.