La Red Europea de Geoparques ha admitido como nuevo miembro de la organización a Lanzarote y el Archipiélago Chinijo, en reconocimiento a sus valores geológicos y medioambientales.

Lanzarote, una isla espectacular. Foto de Marc Veraart.

Lanzarote, una isla espectacular. Foto de Marc Veraart.

La isla de Lanzarote y el pequeño archipiélago que conforman los islotes de Montaña Clara, Alegranza y La Graciosa se convierten así en el miembro número 65 de la Red Europea, a la que ya pertenecía la isla de El Hierro, ha anunciado este martes el Cabildo de Lanzarote.

También se ha presentado su candidatura para formar parte de la Red Mundial de Geoparques en la próxima Conferencia Internacional, que se celebrará del 19 al 22 de septiembre en Japón.

La isla de los volcanes.

Lanzarote, conocida popularmente como «la isla de los volcanes», está reconocida desde 1993 como Reserva de la Biosfera y alberga uno de los parques nacionales más visitados del país, el Timanfaya.

Cinco hitos geográficos marcan la morfología de Lanzarote, dotándola de una personalidad única y albergando cada uno de ellos paisajes diversos, de gran valor natural y geológico.

Se trata de dos macizos montañosos de gran antigüedad, ubicados cada uno de ellos en el extremo norte y sur de la isla (Famara-Guatifay y Los Ajaches, respectivamente); dos áreas de vulcanismo más reciente, que conforman la zona de volcanes de Timanfaya, en el centro-sur, y el volcán y malpaís de La Corona, al norte; y, finalmente, una lengua de arenas de origen marino que atraviesa el centro de la isla, en el área conocida como El Jable.

Estos cinco espacios, junto al conjunto de islotes del Archipiélago Chinijo, al norte de la isla, albergan la mayor parte de los encantos paisajísticos de la «isla de los volcanes».

El área de mayor interés geológico y paisajístico, el Parque Nacional de Timanfaya, fue declarado como tal en agosto de 1974. Se trata de una superficie de algo más de 50 km² en la que se pueden observar más de 25 volcanes, aparte de campos de lavas, lapillis y escorias volcánicas en perfecto estado de conservación.

En su interior se encuentra el Monumento Natural de las Montañas del Fuego, donde se ubica el centro de visitantes del Islote de Hilario, gestionado por el Cabildo. Este espacio conserva aún cierta actividad volcánica, como demuestran las emanaciones de calor que produce la tierra.

El Parque Nacional está rodeado por un segundo espacio protegido, el Parque Natural de Los Volcanes, sepultado también por las erupciones de Timanfaya. Las lavas llegaron a las costas occidentales de la isla, penetrando en el océano y aumentando la extensión de Lanzarote. El rápido enfriamiento de la lava al contacto con el agua, unido a la acción erosiva de las olas, creó un peculiar paisaje costero.

Fuentes: 20minutos.es, wikipedia.

Más información en europeangeoparks.org.