El gorila Parry vivió solo durante 5 años, hasta que conoció a su compañero Chris.

Unos aldeanos de Camerún, en el oeste de África, avistaron un gorila que se encontraba solo. Se trata de Parry, un gorila que, siendo aún un bebé, fue despojado de su hábitat natural tras la muerte de su madre.  Una familia de la zona se encargó de criarlo, hasta que su tamaño les hizo abandonarlo.

Tras pasar su infancia en un ambiente doméstico, la posibilidad de desarrollar una vida normal e independiente se dificultaba. De este modo, fue trasladado al santuario para primates Mefou, en donde se mantuvo en cuarentena hasta que estuvo lo suficientemente fuerte y sano.

Una vez las autoridades consideraron que Parry estaba recuperado, por fin pudo entrar en contacto con otros gorilas. Su primer encuentro con Chris tuvo lugar en una jaula, bajo la supervisión del equipo del santuario. Aunque tenían reticencias sobre el posible comportamiento de Parry, el resultado fue muy favorable. Ambos jugaron y quedaron fascinados el uno con el otro. Desde entonces son inseparables.

Dentro de poco, los gorilas hembra conocerán a Parry. Posiblemente pueda formar una nueva familia y volver a su entorno natural.