El año pasado, España fue el cuarto país europeo que más impulsó la energía eólica, tanto terrestre como marina. Concretamente, consiguió aportar 1,4 de los 14,7 nuevos gigavatios (GW) instalados en el continente.

Así figura en un nuevo informe de la asociación europea de energía eólica (WindEurope), difundido el pasado jueves.

Los 14,7 GW instalados el año pasado suponen un 19% menos de lo que se esperaba antes de la pandemia de la Covid-19, enfermedad causada por el último coronavirus.

El 80% de la nueva capacidad era de viento en tierra. Países Bajos lideró el ranking, con 1,979 GW del total (la mayoría ‘offshore’, es decir, en el mar), por delante de Alemania (1,650), Noruega (1,532 GW), España (1,400), Francia (1,318), Turquía (1,224) y Suecia (1,007).

El viento supuso un 16% de toda la electricidad consumida en Europa durante el año pasado, un ranking en el que España ocupa la sexta posición (22%), por detrás de Dinamarca (48%), Irlanda (38%), Alemania y Reino Unido (27%), y Portugal (25%).

De cara al futuro, WindEurope espera que Europa construya 105 nuevos parques eólicos de 105 GW en los próximos cinco años, de los cuales más del 70% estarán en tierra.

No obstante, la patronal europea de energía eólica apuntó que estas perspectivas están muy por debajo del ritmo necesario para lograr el objetivo de la Comisión Europea. Según este, se tratará de alcanzar la neutralidad climática en 2050. Es decir, que las emisiones expulsadas a la atmósfera se compensen con las que absorben sumideros naturales como bosques y océanos.

Procedimientos complejos

La UE instalará sólo 15 GW anuales de nueva capacidad de energía eólica en el lustro entre 2021 y 2025. Sin embargo, según WindEurope, se necesita instalar 17 GW anuales en esta década para cumplir el objetivo de energías renovables de la UE para 2030. Así como 27 GW al año para alcanzar el objetivo más alto del 55% de producción eléctrica.

«El viento es ahora el 16% de la electricidad de Europa. Pero Europa no está construyendo suficientes nuevos parques eólicos para cumplir los objetivos climáticos y energéticos de la UE. El principal problema es que las reglas y los procedimientos son demasiado complejos. No hay suficientes personas trabajando en las autoridades de permisos para procesar las solicitudes de permisos. Los gobiernos tienen que abordar esto. De lo contrario, el Pacto Verde Europeo está en riesgo”, explicó Giles Dickson, CEO de WindEurope.

Según la patronal europea de energía eólica, esto se traduce en que “se está tardando demasiado en obtener permisos para nuevos proyectos, las decisiones de permisos están siendo impugnadas en los tribunales y los desarrolladores se ven disuadidos de acometer nuevos proyectos debido a los riesgos y costes involucrados”.

Energía eólica: decisiones pendientes

Mientras tanto, aumenta el número de aerogeneradores más antiguos que llegan al final de su vida útil. Así, Europa desmanteló el año pasado 388 megavatios (MW) de energía eólica. Muchos parques eólicos desmantelados están siendo repotenciados. Los obstáculos a la repotenciación dieron lugar a que Austria terminara 2020 con menos capacidad eólica que a principios de año.

En los próximos cinco años, 38 GW de parques eólicos alcanzarán los 20 años de funcionamiento y requerirán una decisión sobre su futuro: repotenciación, extensión de la vida útil o desmantelamiento completo.

Alemania, que durante mucho tiempo ha sido el motor de la energía eólica en Europa, sólo instaló 1,65 GW de parques eólicos el año pasado, su nivel más bajo en una década. Polonia instaló una cantidad significativa de nueva eólica terrestre y se ha comprometido a una importante acumulación de energía eólica marina. Francia experimentó una mayor expansión constante de la eólica terrestre y comenzará a instalar sus primeros parques eólicos marinos comerciales en los próximos años.

Fuente: Agencia Servimedia

CAB/AR