Si años atrás era ya de por sí difícil afrontar los gastos del día a día y contar con una economía saneada, en los tiempos que corren… la cuesta se ha hecho aún más pronunciada.

Un panorama complicado

El Índice de Confianza del Consumidor, elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), determina que al 17,8% de los hogares le resulta “difícil” llegar a fin de mes. Esta circunstancia les obliga a utilizar sus ahorros o solicitar préstamos para poder cubrir todos sus gastos.

Mas concretamente, de las 2.748 entrevistas realizadas en uno de sus últimos estudios, un 12,7% de los españoles consultados afirmó que la situación económica que “mejor describe» la circunstancia que vive su hogar es que “le resulta difícil llegar a final de mes. Por lo que han tenido que echar mano de sus ahorros”. Mientras que un 5,1% abraza la primera parte de la oración y añade que “han tenido que contraer deudas”. En total, el estudio concluye que más de la mitad de los españoles (53,6%) es incapaz de ahorrar en la coyuntura actual.

Entre las causas de esta evolución, el 75,4% coincide en apuntar al alza “continuado” de la inflación como uno de los motivos. También se señala en repetidas ocasiones el estancamiento laboral y el aumento del gasto familiar (13,9% cada uno).

Trucos para optimizar tus gastos

Ahora bien, no todo está perdido ante esta difícil situación. Más allá de las circunstancias desbordantes, también está en nuestras manos administrar de forma eficiente los recursos de que disponemos. Para conseguirlo, contamos incluso con herramientas que pueden facilitarnos la vida, desde métodos y técnicas hasta aplicaciones concretas como Woolsocks u otras de los propios bancos.

A fin de daros algunas pistas, os dejamos por aquí 5 trucos que pueden ayudaros en la optimización de vuestros gastos.

1. Adquiere hábitos prácticos

Una de las claves para adquirir una mayor salud financiera, es la adopción de pequeños hábitos en nuestro día a día que pueden influir notablemente en nuestros bolsillos.

Por ejemplo, una práctica útil es la de distribuir los ingresos en diferentes parcelas para que nos sea más fácil administrar los gastos. La conocida regla 50-30-20 o método de los sobres puede servirte para ello. Eso sí, ten en cuenta que ahorrar no es sencillo, y este tipo de acciones son útiles únicamente si eres constante en tus aportaciones.

Igualmente, la compra online es una buena forma de evitar tentaciones y compras innecesarias. En muchas ocasiones, acudimos al supermercado o cualquier compra atendiendo a una necesidad concreta, pero acabamos picoteando innecesariamente. Precisamente, a través del comercio electrónico, es más fácil controlar el gasto, priorizar cosas y evitar estímulos externos que nos inciten a gastar más dinero.

Por último, en este ámbito se aconseja algo tan sencillo como ser ordenado y optimizar el tiempo. Hacer una pequeña lista de las cosas que tenemos que hacer, y tacharlas una vez realizadas puede servirnos para tener una mejor planificación. Asimismo, repercutirá tanto una mejor inversión del tiempo, como en un notable ahorro a largo plazo.

2. Planifica con antelación

Antes de gastar, es mejor pensar y planificar. Por ejemplo, si hablamos de alimentación, algo tan sencillo como prever las comidas de la semana mediante un menú, nos ayudará significativamente a ahorrar. De este modo, planificar cada momento del día (desayuno, almuerzo, merienda…), nos evitará incurrir en los llamados «microgastos». Y si la mayor parte de nuestra semana tenemos que comer fuera de casa, podemos incluso preparar previamente la comida que nos llevaremos a la oficina o lugar de trabajo.

Otra cuestión eficaz a la hora de optimizar nuestros gastos es la de establecer metas de ahorro. A través de objetivos concretos, que nos motiven y nos guíen, orientaremos mucho mejor nuestras compras e inversiones. En primer lugar, tendrás que pensar para qué quieres ahorrar (tanto a corto como largo plazo). Y, a continuación, decidir el dinero que necesitarás y el tiempo necesario para conseguir su ahorro.

En este sentido, resulta práctico definir presupuestos mensuales o semanales. Existen incluso aplicaciones que nos facilitan esta labor, incluso los propios bancos presentan, en muchas ocasiones, la opción de fijar objetivos de ahorro y metas.

3. Compara precios

Nuevamente, la previsión es una solución inteligente en la gestión de nuestros gastos. Con el tiempo, podemos poco a poco dibujar en nuestra cabeza un panorama del mercado a nuestro alcance. De este modo, podemos conocer aproximadamente las opciones más rentables, y dirigir nuestras compras hacia ellas.

¡Ojo! Ten en cuenta que esta estrategia no solo consiste en comprobar si un determinado producto, como el detergente o el aceite, está más barato en un supermercado o en otro. Más bien se trata de comparar dónde, en general, puede ser más rentable la compra.

Una vez más, puede ayudarnos en esta labor la compra online. Desde casa, tranquilamente, podemos barajar diferentes opciones, hacer una compra «de prueba», y descubrir dónde podemos ahorrar más.

4. Gasta y ahorra al mismo tiempo

Sí, has leído bien: es posible gastar y ahorrar al mismo tiempo. Puede que eso de planificar, cambiar hábitos o analizar no sea lo tuyo. En ese, y en los demás casos, hay una realidad que no todo el mundo conoce pero que cada vez está en mayor auge: las app de cashback de dinero.

Este tipo de aplicaciones, presentes en los propios bancos o gestionadas de forma independiente, permite obtener un reintegro de efectivo (‘cashback’) al realizar determinadas compras, como artículos de moda, ocio, viajes o alimentación. Es decir, a través de ellas es posible recibir un porcentaje de lo que gastas cada vez que pagas por un producto o servicio en una tienda en concreto.

El beneficio de este tipo de herramientas es mutuo. Por un lado, los comercios encuentran en ellas una forma de promoción y de ofrecer incentivos financieros a sus consumidores a cambio sus gastos. Y por otro lado, el cliente podrá aumentar sus ahorros y cumplir sus objetivos financieros simplemente gastando.

5. Controla el gasto a posteriori

Como hemos mencionado más arriba, es importante ser precavidos, planificar y administrar. Pero igual de importante es «el después», es decir, analizar los gastos en los que hemos incurrido.

Siguiendo este consejo, es recomendable hacer un seguimiento de lo gastado: la cerveza que tomamos a medio día después del trabajo, el artículo para el hogar que necesitábamos y, por supuesto, las facturas mensuales recurrentes.

Para ello, podemos registrar nuestros gastos del modo que nos sea más sencillo. A la vieja usanza, mediante bolígrafo y papel, o con una hoja de cálculo si preferimos ir más allá. Aunque como siempre, el mundo digital nos facilita cada vez más las cosas, y existen aplicaciones o rastreadores de gastos en línea gratuitos que suplen esta función.

CAB/AR