LOS CUADERNOS DEL NICOLE

Kurth Schmidt - La vuelta al mundo sin prisasMe llamó la atención la entrevista titulada «Tu felicidad sólo depende de la fuerza que tienes dentro» que hacían el pasado 31 de diciembre en el periódico La Vanguardia a Kurt Schmidt, un intrépido y aventurero alemán de 73 años afincado en Altea, Alicante, que tiene una forma de ver el mundo y la vida propias de un auténtico soñador.

Kurt, era un empresario del sector de la publicidad, y lo dejó todo para hacer realidad su sueño: realizar un viaje al rededor del mundo «sin prisas» en un barco velero, El Nicole, un Belliure 40, en una singladura que él quería que fuese sin retorno. Para ello decidió renunciar a muchas cosas, pero como él dice ganó la libertad.

Desde entonces, lleva veinte años dando la vuelta al mundo sin prisa, siempre a bordo del Nicole. Navega durante diez meses al año, vuelve a Altea un par de meses, ve a sus nietas y a su hija, se toma alguna copa con los amigos y regresa al barco.

Navegó muchos años en solitario, pero desde 1998 comparte sus viajes con Elena. Muchos han sido los mares de sus aventuras, muchos los amigos y lugares que ha dejado atrás, pero el viajero sólo puede mirar hacia delante, y confiar que el destino le permita volver a reencontrarse con aquellos con los que vivió momentos de felicidad y con los que le unen para siempre lazos de amistad. Quedan tantos lugares maravillosos por conocer; tantos fondeos paradisiacos; tantos amigos potenciales con los que cantar, comer, reír, compartir vivencias; y, también, tantas tormentas que superar; en definitiva, tanto mar por navegar…

En la entrevista mencionada afirma que ser humilde y aprender es un deber, al usar tanto en nuestras vidas, abandonamos nuestra capacidad creativa. «Aprendí que el dinero no nos hace felices. Veo a la gente triste.» También nos recuerda que la rutina hace que la gente se muere en ella, al tirarse toda una vida haciendo lo mismo.

Afirma que tenemos el hábito de buscar culpables: las circunstancias, mi pareja, mi jefe… Él ha aprendido que en un barco dando la vuelta al mundo todo depende de uno mismo, la felicidad sólo depende de la fuerza que tienes dentro y hay que reactivarla.

Además de sana envidia, las aventuras de Kurt Schmidt nos arrancarán alguna exclamación de admiración y más de una sonrisa. En su relato se siente ese espíritu libre de quien está a gusto consigo mismo y con lo que hace, de quien se siente feliz y agradecido por lo que la naturaleza y el mar le brindan a cada instante. Porque hay que reconocer que Kurt ha vivido y vive como la mayoría de navegantes hubiera deseado vivir.

Su libro «La vuelta al mundo sin prisas», de Editorial Juventud, recoge estas aventuras. Más información en: http://www.editorialjuventud.es/3691.html