El abuelete campeón =)
Se llama Charles Eugster y es el culturista más anciano del mundo.
Este nonagenario suizo ha revolucionado el concepto de vejez, demostrando con su ejemplo que:
«Si cambias tu cuerpo… cambiarás tu vida»…
«La tercera edad puede ser una de las más felices, placenteras, excitantes y maravillosas etapas de la vida».
La de Charles Eugster es una de las historias de superación personal más interesante que últimamente nos ha llegado a Cuentamealgobueno. A sus noventa y un años de edad, Charles es el culturista y remero más anciano del mundo.
Su historia es doblemente interesante, porque Charles no llevaba precisamente un estilo de vida sano y deportivo, sino más bien todo lo contrario, durante gran parte de su vida tuvo una vida sedentaria, lo que le llevó, -como es frecuente en la mayoría de las personas mayores-, a comenzar a tener los achaques típicos de las personas de sesenta años.
De niño, Charles solía enfermar frecuentemente, de hecho, desde que tenía séis años sufría de constantes jaquecas y amigdalitis crónica, hasta su crecimiento era lento. Frecuentemente se comparaba con sus amigos, que a pesar de ser menores en edad que él, le superaban en estatura, algo que le solía entristecer. A partir de los trece años, le operaron de las amígdalas y entonces su salud comenzó a mejorar. Empezó a hacer deporte: rugby, boxeo y remo.
Charles Eugster fue creciendo siempre con la prioridad de estar en forma. Decidió estudiar la carrera de Dentista, lo que le confirió el título de Dr. Eugster. Fue a partir de los cuarenta años cuando adoptó el estilo de vida sedentario que tenía su esposa y desde entonces, hasta los sesenta no hizo prácticamente nada de ejercicio ni deporte… hasta que su presión arterial se desplomó y un día, al sentir un fuerte dolor en sus piernas, descubrió que tenía varices, lo que le supuso un «shock», fue su primer contacto con la vejez.
Este shock le hizo darse cuenta de la realidad. En esta época también sufrió el divorcio con su esposa y decidió, a los sesenta años de edad, dar un cambio en su vida: empezó a hacer ejercicio, se apuntó a un club de remo para veteranos y en poco tiempo estaba compitiendo internacionalmente, llegando a ganar hasta 36 medallas de oro entre los sesenta y sus ochenta años-
A los setenta y cinco años gran parte de sus amigos comenzaron a morir y, según cuenta en su entrevista en «The Guardian«, «la gente que me rodeaba se hacía mayor». A los ochenta y cinco años tuvo una crisis, ya que progresivamente fue abandonando el estilo de vida deportivo y saludable, volviendo a descuidarse y, como él mismo cuenta:
«A los 85 años tuve una crisis. Me miré en el espejo un día y vi a un anciano. Tenía sobrepeso, mi postura era terrible y solo había piel colgando de mí, donde antes había músculos. Incluso empecé a considerar el hecho de que probablemente moriría pronto. Pero echaba de menos mi viejo cuerpo y quería ser capaz de llamar la atención en la playa..»
Charles decidió entonces a los ochenta y nueve años vivir su tercera juventud: se apuntó a un club de culturismo y volvió a triunfar en este campo, volviendo a conseguir victorias, medallas y recientemente el título de primer nonagenario culturista de la historia de la humanidad.
Aquí podemos ver un vídeo de Charles haciendo esquí acuático
por primera vez en su vida:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=laU8CQHcpO8[/youtube]
http://www.youtube.com/watch?v=laU8CQHcpO8
UN EXPERIMENTO VIVIENTE
El hecho de ser la primera persona de más de noventa años que hace culturismo, le ha supuesto un aliciente añadido, ya que se está utilizando a sí mismo como auto-experimento en esta materia, en su Web explica que:
Utilizándose a sí mismo como sujeto experimental, ha descubierto que una combinación de ejercicios de resistencia progresivos, entrenamiento de resistencia y una dieta, ha aumentado su fuerza, coordinación, bienestar y hasta su líbido en tan avanzada edad.
Afirma que «a una edad anciana, puede incrementarse la masa muscular y ósea, así como la elasticidad de las venas sanguíneas. En lugar de (…) degenerar el cuerpo y perder la autoestima, la tercera edad puede ser una de las más felices, placenteras, excitantes y maravillosas etapas de la vida, llegando incluso a conseguir un cuerpo bonito… todo lo que se requiere es coherencia y amor al movimiento».
El entrenamiento de resistencia permite mantener las arterias elásticas, aumenta la longevidad y ralentiza el Alzheimer y la demencia senil. Hacer por ejemplo pesas regularmente, aumentando progresivamente cada vez, hace que el cuerpo aumente la resistencia de los músculos y huesos, produce antioxidantes -que ralentizan el envejecimiento- y previene la pérdida de coordinación.
Tener unos músculos y huesos fuertes es muy importante para las personas mayores, ya que es frecuente que sufran caídas de las que nunca más se recuperan.
Su ejemplo está empezando a crear escuela, ya que hace diez años, tan sólo había dos competidores en el grupo de más de setenta y cinco años en la Regata Máster, pero en 2010 ya había más de una docena.
LA FILOSOFÍA DE CHARLES EUGSTER
Él mismo resume su estilo de vida así:
«Yo no estoy persiguiendo la juventud. Estoy persiguiendo la salud. Se nos dice que la vejez es un estado continuo de decadencia y que debemos dejar de trabajar, reducir la velocidad y prepararse para morir. No estoy de acuerdo. Para mí, una persona de 65 años de edad es joven».
Más información en la Web de Charles Eugster: http://www.charleseugster.net. Noticia encontrada en ABC y en The Guardian (en inglés)
Tengo 70 años hago pesas todos los días completamente de acuerdo con ese señor se puede y se debe hacer pesas por cierto uno se siente de maravilla