Evita que un bate perdido durante un partido de béisbol le abra la cabeza a su hijo.

En el transcurso de un partido de béisbol en Florida (Estados Unidos) entre los Piratas de Pittsburgh y los Bravos de Atlanta, uno de los bateadores quiso darle con tanta fuerza a la bola que perdió su bate, que salió volando hacia las gradas.

El destino certero del bate volador era la cara del pequeño Landon Cunningham, un niño de ocho años que, casualmente era la primera vez que acudía a un estadio.

Afortunadamente, estaba al lado su padre, cuyos reflejos de superhéroe impidieron que el bate acabara estampado contra la cara de su niño, que por lo que podemos ver en la foto, andaba algo distraído con el móvil.

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El momento en el que el padre salva al niño de un previsible derrame cerebral, fue capturado en la impresionante fotografía que ha dado la vuelta a medio mundo y ha sido motivo de entrevista al heroico padre en medios de comunicación norteamericanos.