Buena noticia para Doñana y el estuario del Guadalquivir: el presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla ha anunciado hoy que abandona el dragado de profundización del río Guadalquivir, tras la gran oposición que ha recibido el proyecto desde todos los ámbitos por sus graves impactos para estos ecosistemas.

El río Guadalquivir no será dragado. Fotografía de xmrey.

El río Guadalquivir no será dragado. Fotografía de xmrey.

«Tras tantos años de obstinación, celebramos que el Puerto de Sevilla renuncie públicamente al dragado del Guadalquivir y asuma que el proyecto es inviable para la conservación del estuario y de Doñana», ha comentado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo.

La organización medioambiental celebra el rechazo público del Puerto y exige al gobierno la cancelación definitiva por escrito al proyecto, que impida cualquier plan futuro de dragado de profundización del Guadalquivir.

En diciembre, el Gobierno se comprometió ante UNESCO a no permitir el dragado de profundización del Guadalquivir, tras la campaña internacional iniciada por WWF y que firmaron casi 150.000 personas de todo el mundo.

El rechazo del Gobierno ha ido más allá esta semana, con el anuncio de la secretaria de estado de medio ambiente en el Senado de que el proyecto no recibiría «ni un solo euro» de los Presupuestos Generales del Estado.

«Es imprescindible que el rechazo del Gobierno al dragado del Guadalquivir se concrete con un acto administrativo concreto, que ponga Doñana a salvo de manera definitiva y ofrezca garantías legales de que no se permitirá ningún proyecto similar. Un paso básico es anular la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto, del año 2003», ha continuado Del Olmo.

Garza Real en Doñana. Fotografía de Francisco Manuel Esteban.

Garza Real en Doñana. Fotografía de Francisco Manuel Esteban.

«Ofrecemos al Puerto de Sevilla nuestra colaboración para trabajar en positivo por la recuperación del estuario del Guadalquivir, que se encuentra en estado crítico tal y como demostró el estudio científico coordinado por el CSIC y con participación de todas las partes. Cualquier nuevo estudio sobre el estuario pagado con dinero público debería elaborarse contando desde el principio con la Comisión Científica, que en su día evaluó el dragado, garantizando la transparencia y la participación», ha concluido.