Un grupo de experimentados buzos rescata a cuatro tiburones ballena —todos del tamaño de un coche— que quedaron atrapados en redes de pesca desplegadas en las costas de Indonesia.
Los cuatro especímenes que quedaron atrapados en las redes de pesca eran crías. Los adultos pueden llegar a ser tan grandes como un autobús.
Según National Geographic, autora del vídeo del rescate, posiblemente quedaran atrapados al estar buscando presas dentro de la red.

Los cuatro tiburones ballena quedaron atrapados en la red al buscar presas en su interior
Una vez liberados, nadaron hacia afuera aparentemente ilesos.
El tiburón ballena, el pez más grande del mundo
El tiburón ballena, o Rhincodon typus, es el pez existente más grande del mundo, con aproximadamente 12 metros de longitud en su tamaño adulto, llegando a pesar entre 19 y 20 toneladas.
Su piel está embellecida con rayas y lunares blancos, lo que lo diferencia de los demás tiburones. Este pez gigante habita en aguas cálidas tropicales y subtropicales y se creé que que lleva en la Tierra desde hace sesenta millones de años.
Se alimentan por medio de filtración, o sea que abre su gigantesca boca y succiona gran cantidad de agua y alimentos, y luego el agua sale por las branquias, que sirven de filtro reteniendo solamente lo que le es nutricional.
Una especie a proteger
Los tiburones ballena constituyen una de las especies más amenazadas de la actualidad, ya que sus poblaciones están en declive, sin señales de que sus perspectivas mejoren.
La captura incidental, como la de este sucesos, y la pesca directa son algunas de las mayores amenazas para los tiburones ballena.
Afortunadamente, cada vez son más las personas que están dedicando su vida a salvar a estos peces gigantes.
Pez ballena coopera con un buzo que le quita una red
Hace unos años, por ejemplo, sucedió este otro caso de rescate de un tiburón ballena:
El buzo del vídeo se topó con un tiburón ballena atrapado por un segmento de red de pesca comercial. Sintiendo que el buzo está allí para ayudar, el gigante permaneció quieto mientras le cortaban la cuerda.

Un buzo corta un trozo de soga que tenía un tiburón ballena anclada a su cuerpo
Los científicos quedaron asombrados de la actitud de cooperación del pez, que, sabiendo que el buzo estaba allí para quitarle ese molesto trozo de red, que llevaba años anclado a su cuerpo, dejó que hiciera su trabajo.
Así, con una simple corte de navaja, el buzo logró quitarle en unos segundos algo tan molesto que llevaba años causándole dolor y que podría haberle causado su muerte.
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