Las áreas protegidas son efectivas para conservar la vida silvestre. Esto se debe a que hay más diversidad de mamíferos donde el hábitat cuenta con alguna figura de protección, frente a bosques y otras zonas. Así lo confirma el mayor estudio realizado hasta ahora con cámaras trampa situadas en lugares naturales de cuatro continentes.

Tras el estudio se encuentra un equipo internacional de 38 científicos de instituciones procedentes de Australia, Brasil, Canadá, China, Congo, Ecuador, y Estados Unidos. Así como Italia, Kenia, Madagascar, México, Noruega, Países Bajos, Panamá, Perú, Suecia y Uganda, y publicado en la revista ‘Conservation Letters’.

El estudio, dirigido por la Facultad de Silvicultura de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), se basa en un conjunto global de datos extraído de 8.671 cámaras trampa situadas en cuatro continentes. Los investigadores encontraron más diversidad de mamíferos en áreas donde el hábitat tenía una designación protegida. Incluso aunque éste haya experimentado perturbaciones humanas, como el uso recreativo y la deforestación.

«Ésta no es una noticia impactante en sí misma. Pero es una evidencia emocionante del papel fundamental que desempeñan los parques y las reservas naturales en la conservación de la vida silvestre». Apunta Cole Burton, autor principal del estudio y biólogo conservacionista que investiga poblaciones de mamíferos y la convivencia entre humanos y vida silvestre.

Protección de mamíferos

Burton indica que, «a medida que continúan las discusiones internacionales sobre nuevos objetivos globales para expandir las áreas protegidas, es importante poder medir los beneficios de las protecciones que existen actualmente”.

El trabajo analizó la presencia de una amplia gama de especies de mamíferos, desde el caribú en Canadá hasta el gato de Bengala en China. Las áreas protegidas son los bastiones finales de muchos de estos animales en peligro de extinción, según Burton, que agrega que los mamíferos son un grupo particularmente difícil de proteger porque requieren grandes áreas para su hábitat y tienden a entrar en conflicto con las personas.

«Si queremos mantener a los mamíferos más grandes, junto con los roles cruciales que desempeñan en los ecosistemas, debemos continuar enfocándonos en el crecimiento de la red de áreas protegidas”, recalca Burton.

Este investigador concluye: «Bajo el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el mundo está discutiendo actualmente nuevos objetivos sobre qué parte de la superficie terrestre debe estar cubierta por parques. Necesitamos tener mejor información para informar estas discusiones de política. Esperemos que este estudio ayude a llenar los vacíos en nuestro conocimiento”.

Fuente: Agencia Servimedia

CAB/AR