Una veintena de voluntarios de se dieron cita ayer en el parque del Sureste de Madrid para la retirada de ailantos (Ailanthus altissima), una planta invasora de las más dañinas para la naturaleza y también de difícil erradicación.
Paralelamente, el Programa de Bosques de WWF realiza plantaciones de especies autóctonas en la misma zona, para lograr una restauración integral del ecosistema. Esta actividad forma parte de un proyecto de sensibilización y prevención de especies invasoras en el que participan WWF España, Comunidad de Madrid, Fundación FIDA y Obra Social Caja Madrid. Se trata de un esfuerzo conjunto para proteger el futuro de la flora y la fauna.
El objetivo fundamental del proyecto es reducir la introducción de especies exóticas y su impacto sobre la biodiversidad. Las actividades programadas a lo largo del presente año 2012 y de 2013, se llevarán a cabo en la Comunidad de Madrid y pretenden implicar directa o indirectamente a más de 100.000 personas en el proyecto.
Durante la jornada del sábado se retiraron aproximadamente un centenar de plantas de ailanto (Ailanthus altissima), para restaurar el ecosistema de ribera deteriorado en la confluencia de los Ríos Jarama y Manzanares. En el área, ahora ya libre de ailanto, se han plantado especies autóctonas, para lograr una restauración integral de la zona. El ailanto, una especie originaria de China que en el pasado ha sido muy utilizado como árbol ornamental en jardinería, se expande ahora hacia áreas naturales como el Parque Regional del Sureste, desplazando a la vegetación autóctona.
Los animales y plantas originarios de otras regiones registran una tendencia al alza en todo el mundo. La mayoría de ellas no suponen un riesgo representativo para el entorno. Sin embargo, algunas especies se adaptan con tal éxito a su nuevo medio que se convierten en invasoras y pasan de ser una rareza curiosa, a convertirse en auténticas plagas para los ecosistemas locales, poniendo en riesgo tanto el paisaje como la economía.
Actuación ante plantas y animales «invasores».
Según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), las especies invasoras son la segunda causa de la pérdida de biodiversidad en el planeta, después de alteración de los hábitats. Y España no es una excepción.
En España se han citado ya unas 500 especies de plantas invasoras y cerca de un centenar de animales, entre los que destacan 25 especies de peces de agua dulce, que en la actualidad constituyen el 30% de las especies de nuestro país. Además, se ha constatado la presencia en libertad de 108 especies de mascotas exóticas, y al menos 25 ya han formado poblaciones. Algunas de ellas son especialmente conocidas por los daños económicos que provocan, como el caso del mejillón cebra en el Bajo Ebro, con pérdidas que la Confederación Hidrográfica del Ebro valora en 2 millones de euros anuales.
Pero además de los perjuicios económicos, estas especies suponen una amenaza para la biodiversidad, por los impactos que causa sobre las especies autóctonas por depredación, competencia, hibridación, introducción de enfermedades y parásitos, etc.
En la Comunidad de Madrid cabe destacar el problema generado por las mascotas exóticas, liberadas al medio natural por sus propietarios. Los casos más notorios son los de mapaches, galápagos de florida y cotorras argentinas.
El mapache, una de las especies más dañinas, es un depredador omnívoro que provoca un fuerte impacto en la cadena alimentaria y que preocupa especialmente por su agresividad y su capacidad de adaptación. Desde 2007, año en que se comenzó a controlar la esta especie, se han detectado más de 250 ejemplares, 140 de los cuales durante 2012, lo que confirma la tendencia creciente de sus poblaciones en Madrid.
El galápago de Florida, por su parte, supone una amenaza para los galápagos autóctonos (el leproso y el europeo). Hasta el momento se han capturado casi 300 ejemplares de esta especie exótica en la Comunidad de Madrid.
La cotorra gris argentina, otro animal muy problemático, está presente en Madrid desde 1985, sobre todo en zonas verdes de medios urbanos. Esta ave desplaza a otras autóctonas, como el mirlo común.
El proyecto en el que trabajan las cuatro entidades, incluye una serie de actividades para sensibilizar a la ciudadanía sobre el problema que representan las especies invasoras para la naturaleza.
Por un lado, se realizarán materiales didácticos, para sensibilizar a los más pequeños sobre los problemas que generan las especies exóticas, la responsabilidad que adquirimos al adoptar un animal y la especial importancia de no abandonarlos en el medio natural.
Además, se trabajará con las tiendas de animales para que colaboren activamente y se sumen a la campaña para informar a sus clientes sobre la tenencia responsable de especies exóticas. También se informará a los madrileños sobre los problemas derivados de la demanda de este tipo de animales en mercadillos, ferias y fiestas patronales.
Por último, se celebrará un panel de expertos en invasiones biológicas, para encontrar las mejores soluciones que permitan abordar el problema con el mínimo impacto sobre nuestro entorno.