Tras superar una enfermedad, en constructor cree que «esta crisis se puede cambiar».
«No podemos seguir así, hay que ser solidario con los que menos tienen».
El constructor madrileño de 48 años Antonio Gimeno Bermejo acaba de ceder al Ayuntamiento de l’Alcúdia 25 viviendas para familias desahuciadas a 50 euros al mes. Asegura que los pisos valen mucho menos de lo que la gente imagina y que un alquiler no puede superar los 100 o 150 euros.
Antonio explica su iniciativa de una fundación sin ánimo de lucro.
La iniciativa ha comenzado en l’Alcúdia y seguirá en Vinaròs. L’Alcúdia es un municipio con 11.000 viviendas y se construyó un barrio nuevo con unas 2.000, pero no hay mercado a ningún precio. Nosotros terminamos un edificio hace tres años y está pagado y desocupado. Todos los proveedores han cobrado y el edificio tiene su financiación bancaria. Acabamos de crear la fundación y la de l’Alcúdia es la primera iniciativa. Nos comentaban que ha habido cuatro desahucios y que esperan seis más. Estamos hablando de diez familias y el paro es muy alto en toda esta zona. Buscamos una fórmula donde la entidad que ha financiado todo esto pueda tener unas ventajas fiscales, donde podamos bajar la deuda y donde gente que merezca una segunda oportunidad pueda tenerla.
El promotor indica que su iniciativa no es nada altruista.
Esto no tiene importancia. Hay mucha gente que cada día hace muchas cosas para que todo salga adelante. Hace año y medio tuve una grave enfermedad de la que me recuperé. Tuve mucho tiempo para pensar. Y cuando estas así recuperas amistades. Pensé que era la mejor forma de ayudar. Con unos amigos en el patronato pensamos que esta crisis se puede cambiar.
Empresas constructoras sostenibles.
Hemos atravesado dificultades, pero tenemos ilusión y ganas por salir adelante. Tenemos clara una cosa. Cada vivienda que consigamos empezar son dos puestos y medio de trabajo. Cien viviendas es más de un millón en cotizaciones a la Seguridad Social y tres millones de euros que se ahorra el Estado en pagar el desempleo. Construir viviendas al precio que la gente puede pagar es rentable.
Ahora es tiempo de aprender de los errores y sacar lo positivo. Tenemos que mirar al futuro. Yo creo que la vivienda es necesaria, aunque a lo mejor no en la proporción que teníamos antes. No podemos seguir así. Hay que dejar de pensar en uno mismo y ser solidarios con los que menos tienen. Todos podemos hacer mucho. Es mucho mejor tomar decisiones aunque en alguna te equivoques que no tomarlas y ser uno más que se conforma.
Hay mucha gente buena por la calle. Y lo que hay que hacer con los bancos es incentivarles para que den solución a activos que no tienen salida y el alquiler social puede ser una. Lo fundamental es no tener ánimo de lucro. Los bancos nos van a ayudar, promotores con problemas, ayuntamientos, esto está en manos de mucha gente. Uno sólo no puede hacerlo. Y yo el menos capacitado. Tenemos que empezar a mirar las cosas de otra maneras. Ahora toca ser solidario porque hay una morosidad elevadísima.
Ver entrevista completa en diario levante-emv.
Noticia enviada por Juan de Madrid.