Cinco años después de la catástrofe de Fukushima, el país nipón está apostando firmemente por las energías renovables.

La ciudad de Kagoshima, al sur de Japón, alberga la planta solar mayor del país

Así, en los últimos años han realizado grandes avances en este sentido, como construir la planta de energía solar más grande de Japón, de 70 Megavatios, o plantearse seriamente la captación de energía espacial solar,

En este sentido, la periodista Wanda Sadowski, autora del blog “Ella en Japón”, ha preparado para nuestros amigos de Noticias Positivas un informe sobre la relación que este país tiene con las energías renovables, particularmente, la energía solar y la eólica, a partir de las consecuencias del desastre nuclear de la central en Fukushima.

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Históricamente, entre los países desarrollados, Japón es uno de los que menos autosuficiencia energética tuvo ya que carece prácticamente de energía fósil propia. De manera que tuvo que importar siempre mucho carbón, petróleo y gas.

Después de la Segunda Guerra Mundial, para reconstruir el país, se industrializó muchísimo y comenzó a consumir más electricidad, con el consecuente encarecimiento. Japón entonces comenzó a desarrollar la producción de energía nuclear hasta alcanzar, en 2008, el tercer puesto como productor mundial.

Cuando en 2011, se produce el terremoto de Fukushima y con él el desastre de las centrales nucleares, se decidió cerrar todas las que estaban en funcionamiento. En todos estos años que siguieron, solo se reabrieron dos reactores dentro de una sola central nuclear con distintas medidas de seguridad extremas: si los sensores de vibración de la tierra instalados registran determinadas vibraciones en velocidad que anticipan un terremoto, se cierran y bloquean las compuertas, por ejemplo.

En las últimas décadas, sin embargo, empezaron a impulsar medidas para implementar más el desarrollo de energías alternativas. Para 2030, el objetivo es aumentar la producción de energías renovables entre el 22 y el 24 por ciento de la generación total, es decir, prácticamente el doble del nivel actual.

Si bien todavía no se alcanzan porcentajes significativos en cuanto al uso de energías renovables, el país está intentando ahora desarrollar más el uso de energía solar y eólica. Muy seguido, aproximadamente cada dos semanas, se puede leer en la prensa sobre inversiones en estos campos, casi siempre de parte de empresas y con altas subvenciones por parte del gobierno.

Además, ahora, a partir de abril de este año, cada particular y también los comercios, pueden elegir proveedor de energía eléctrica. De manera que ya hay empresas a las que comprar, y la elegida por la gran mayoría es la energía solar. A aquellos que pueden comprar su casa nueva, los constructores les recomiendan elegir las que tengan paneles solares.

Además, como ya lo comenté en una entrada anterior, lo que se ve en la calle es que ya la mayoría de las casas tienen paneles solares propios en sus techos. Por la autopista también se ven muchos campos con paneles, a veces parecen pocos para abastecer solo a algunas casas de la zona, y otras, son grandes instalaciones de empresas. Hay otros ejemplos interesantes: para reutilizar un campo de golf que se había dejado de usar, se instalaron paneles solares.

La mayor planta solar de Japón está ubicada en la bahía de Kagoshima, frente a Sakurajima, un volcán activo que se eleva a 3665 metros. Los 290 paneles solares ocupan alrededor de 314 hectáreas, casi tres veces la superficie total de la Ciudad del Vaticano.

Y como dato de color, hay que recordar que en la ciudad de Buenos Aires hay 55 relojes solares, donados en los años setenta por el gobierno de Japón, que fueron rescatados del vandalismo y reparados en 2013, y dotados además de tecnología LED. Funcionan en puntos estratégicos de la ciudad y también se iluminan de noche.

Por Wanda Sadowski.

Enlace al artículo original en Noticias Positivas Argentina.